Enrico Marini (Suiza, 1969) es uno de los mejores dibujantes de cómic europeos. El autor de El Escorpión y Las Águilas de Roma (Norma Editorial), ha sido uno de los invitados estrella del Salón Internacional del Còmic de Barcelona.

¿Qué le ha aportado la serie Las Águilas de Roma respecto a otras?

¡Fue un placer hacerla solo yo! Era una prueba para mí porque no sabía si sería capaz de llevar a cabo este proyecto y además era una idea en la que llevaba pensando mucho tiempo.

Además fue una liberación porque normalmente cuando colaboro con un guionista hay compromisos que respetar. Me documenté profundamente, algo que hago mucho porque el guión es una parte mínima del trabajo de documentación para mis dibujos. Ha sido un estímulo y casi como un experimento.

¿Es una época, la romana, especialmente difícil de reproducir?

No hay épocas más difíciles que otras. Lo que hay es documentación suficiente o insuficiente. Cuando  la documentación escasea intento usar la lógica para llenar huecos y vacíos. Por ejemplo, sobre las tribus germánicas no hay apenas documentación. En cambio, sobre los romanos no tuve problema, lógicamente.

También me documento mucho a nivel arqueológico. Sigo todas las informaciones y el día a día y las novedades que se van produciendo pero también juego con mi propia libertad creativa. No hago más que comprar libros sobre la antigua Roma. Ya no sé dónde ponerlos.

¿Todo este estudio es una búsqueda de seguridad a la hora de trabajar?

Sí. Me da mayor seguridad. Consulto en Internet, en webs de arqueología, recojo fotografías que muchas veces no uso pero que ya he memorizado. Tampoco trabajo directamente sobre la fotografía porque me cuesta luego localizar físicamente esta documentación que ya tengo asimilada e interiorizada previamente en mi cabeza.

¿Cuándo llegará la conclusión de El Escorpión?

Hemos previsto 4 volúmenes más. Las Águilas de Roma es más corta, con 5 ó 6. Pero los escorpiones estaban previstos desde el inicio como una serie larga, de 15 a 16 volúmenes. Aunque siempre puedo cambiar de criterio.

¿El final ya lo tiene  pensado?

Sí, mueren todos (ríe). Sólo el Papa no muere, porque no puede. Así que no será un final feliz. Además, esperamos vender libros también en la librería Vaticana. Así que no es cuestión de cerrarse puertas (ríe).

¿Ha visto alguno de sus libros en la librería Vaticana?

Cuando la he visitado no he visto ni uno. La próxima vez que vaya llevaré uno de mis volúmenes y lo pondré en las estanterías. Y lo esconderé un poquito (ríe).

¿Si pudiera encarnarse en uno de sus personajes cuál escogería? Sobre todo si fuera uno femenino.

De la serie de los escorpiones, Anzia, que es el equivalente del Escorpión en femenino. Es una mujer fuerte y un personaje inteligente y emancipado ¡Y además es muy cruel! En el próximo tomo ¡Será insoportable! Siempre hay en mis libros mujeres muy fuertes que no temen a los hombres. A mí me gustan estas mujeres.

Aunque en la vida real no las voy a buscar (ríe) porque me dan un poco de miedo, además. Pero creo que es importante tener a estos personajes que no son previsibles. No pienso en categoría de hombre o mujer pero ya en mis primeros libros había estos personajes femeninos como vampiresas y matadoras de hombres. Y además, los hombres son los que pierden siempre.

¿Con estos perfiles de mujer se identifican más los hombres que las mujeres?

No lo sé. Habría que preguntar a las lectoras. Pienso que también en el cine las mujeres fuertes y atractivas siempre escasean. No se ven mucho. Por eso hay espacio todavía para este tipo de heroínas como Nikita. Era peligrosa pero también una víctima. A lo mejor tendrían que hacer una película con mis personajes femeninos.

¿Por qué gustan tanto a las mujeres sus papeles masculinos?

Lo hago a posta. Porque mi editor me dijo que pensara en la comunidad femenina, que es un público con potencial.

¿Se siente identificado con alguno de sus personajes?

Con ninguno en especial. Aunque Gypsyme gusta mucho porque es divertido y complejo. Pero no me puedo identificar con él porque no soy así. Me gustaría vivir lo que viven mis personajes más que ser uno de ellos. Y por la noche volver a ser yo mismo, quitarme el disfraz de superhéroe y volver a mi casa.

¿Cómo es el lugar en el que dibuja?

Es una mesa normal con una gran ventana delante para tener mucha luz. Durante 15 años trabajé en un taller con un techo de menos de dos metros. Y allí me sentía encajonado y prisionero.

Pero ahora me he hecho un hueco en mi casa con mucha luz, espacio y libros, demasiados dice mi mujer, y muy desordenado. Trabajo entre un gran desorden. No sé cómo me lo monto, pero es un caos de cosas.

¿Retomará la temática del Salvaje Oeste?

Me gustaría hacer otro western, a lo mejor solo. No tengo una idea formada pero es un tema que me gusta mucho.

¿Y retomará a Olivier Varese?

No sé si tendré tiempo de hacerlo. Por lo que sería bonito que otra persona lo dibujara y lo continuase. Hace ya 18 años que se acabó. Es el pasado. Pero hay algo de Varese en todo lo que hago ahora.

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