No es oro todo lo que reluce ni tan siquiera en el seno de una pareja aparentemente perfecta. Tras más de dos años en silencio, la actriz Angelina Jolie ha considerado que ya va siendo hora de sincerarse con Brad Pitt y contarle que, mientras él estaba de viaje en Francia, ella le puso los cuernos con una de sus exparejas.

Al final va a ser verdad eso de que la distancia hace el olvido, o, por lo menos, en el caso de Angelina. Durante el último de los viajes de Brad a Francia, Angelina estuvo con sus hijos en Los Angeles haciendo un exhaustivo examen de conciencia y, después de mucho meditar, decidió que era el momento de abrir su corazón y sincerarse con su pareja por el bien de su relación.

Según ha filtrado una fuente cercana a la pareja a la revista In touch, cuando el actor regresó se encontró cara a cara con Angelina. "Admitió que en el año 2005, durante el primer año que ella y Brad estaban juntos, después de que él dejase a su esposa, Jennifer Aniston, ella había tenido una relación a espaldas de Brad con uno de sus examantes", reveló.

Parece ser que las cosas pudieron incluso ir a más, pero Angelina optó por dejar de jugar a dos bandas a pesar de que con la otra persona "compartían una profunda conexión emocional".

Evidentemente, Brad se sintió engañado a la par que muy sorprendido y no era capaz de entender cómo había sido capaz de hacerle algo así. De hecho, la actriz siempre había presumido de llevarse muy bien con sus exparejas y tener una buena amistad con ellos, como con Jonny Lee Miller y Billy Bob Thornton.

Sin embargo, los celos se apoderaban de ella solo al imaginarse que Brad podía tener el mínimo contacto con Jennifer Aniston. "Ponía grito en el cielo siempre si Brad mencionaba a Jen, y mucho más si llegase a reunirse con ella", comenta la fuente.

A pesar de los planes de boda, la pareja vuelve a atravesar un bache en su relación, teniendo en cuenta que Pitt se ha dado cuenta de que Angelina ha estado más de dos años ocultándole una infidelidad.