Las reacciones políticas al anuncio del jueves del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, del comienzo del diálogo con la banda terrorista ETA no se hicieron esperar:

El presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmó que su partido "no puede prestar apoyo al proceso que ha abierto el Gobierno " porque "no se cumplen" las condiciones para el inicio del diálogo con la banda terrorista ETA.

La presidenta del PP vasco, María San Gil, ha asegurado que la decisión de Zapatero de iniciar el diálogo con ETA es "un enorme disparate político y un enorme error democrático" que da comienzo "a un momento negro en la historia del País Vasco. El futuro no se presenta nada alentador", vaticinó.

Para el dirigente de la ilegalizada Batasuna, Pernando Barrena, la declaración de Zapatero es "positiva" y "de gran calado político" porque "abre el ámbito del diálogo" entre el Gobierno y ETA, y porque en ella se compromete "a respetar las decisiones que los vascos adopten libremente".

La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarete, calificó hoy de "positivo" el anuncio y avanzó que "cuenta y contará" con el apoyo del lehendakari y de las instituciones políticas vascas, y anunció que el lehendakari reunirá la próxima semana el Consejo Político, integrado por representantes de PNV, EA y EB en el Ejecutivo autónomo.

El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, se mostró satisfecho porque el anuncio del inicio del diálogo con ETA "abre un camino hacia la normalización política del País Vasco" porque "es un paso adelante" en el camino hacia la paz "largamente anhelada por la sociedad vasca y española".

Por su parte, el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, expresó su "satisfacción" por el anuncio del diálogo con ETA y subrayó que "en el contexto de la resolución definitiva del conflicto es imprescindible que la izquierda abertzale tenga un instrumento político y electoral que le permita defender sus posiciones en las urnas, a través de un partido legalizado", en alusión a Batasuna.

También Joan Puigcercós, de ERC, quiso manifestar su "total respaldo" a la "difícil fase inicial" que se abre ahora.

Sólo el portavoz de IU-IVC, Gaspar Llamazares, criticó que Zapatero no hubiera optado por comparecer ante el pleno del Congreso para que la Cámara votara, si bien apoyó el "fondo" de la decisión adoptada.

Josep Antoni Duran Lleida, de CiU, dijo que una intervención ante el pleno era "innecesaria" y dejó claro que no puede haber "negociación política" con los terroristas.

En nombre de EA, Begoña Lasagabaster mostró su satisfacción por la decisión de Zapatero. El portavoz socialista,

Aralar calificó de "buena noticia" el inicio del diálogo, aunque insistió en que para que el proceso de paz sea irreversible, es necesario "realizar movimientos reales con los presos".

Francia y la Comisión Europea, esperanzadas

Entre las declaraciones internacionales, destacan la del presidente francés, Jacques Chirac, y la del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que compartieron la esperanza de que el diálogo con ETA lleve a un futuro sin terrorismo.

También el ministro británico, Tony Blair, mostró su satisfacción por el comienzo de los contactos.

Sindicatos y patronal, satisfechos

Por su parte, la patronal vasca, Confebask, calificó de "esperada y positiva" la noticia y ofreció su apoyo a las fuerzas políticas en un cometido "difícil" pero del que la sociedad vasca "anhela los mejores frutos".

Los tres principales sindicatos de la Comunidad Vasca, ELA, CCOO y UGT, también celebraron la noticia, así como el Círculo de Empresarios Vascos.

Mientras, el colectivo social Foro de Ermua criticó el anuncio al considerar que el presidente del Ejecutivo "se ha precipitado" ya que "no se ha cumplido el requisito" que pidieron al Gobierno de que antes de los contactos, tenía que haber desaparecido toda actividad violenta.