La campaña, que presentó el secretario y portavoz de los obispos, Juan Antonio Martínez Camino, en rueda de prensa, es la tercera de similares característicasque realiza la Conferencia Episcopal para contrarrestar las reformassociales anunciadas y puestas en marcha por el Gobierno que presideJosé Luis Rodríguez Zapatero.

Esta tercera campaña -las dos anteriores fueron contra la eutanasia y en defensa del matrimonio entre hombre y mujer,concebido para la procreación-, se quiere hacer coincidir con lafestividad de la Encarnación, el próximo 4 de abril, mediante elreparto de trípticos y el desarrollo de distintas iniciativas en lasparroquias de toda España.

Junto con la campaña, la subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida,que preside el obispo de Segorbe-Castellón, Juan Antonio Reig Pla, haelaborado el documento "La vida humana, don precioso de Dios", en elque los obispos dicen que "el precepto de 'no matarás', que custodia eldon de la vida humana, es una norma que toda cultura sana ha reconocidocomo principio fundamental".

"Nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente. Por ello todo atentado contra la vida del hombre es también un atentado contra la razón, contra la justicia y constituye una grave ofensa a Dios", agregan los obispos.

En relación con la investigación con embriones, el texto señala que"el proceso embrionario es un proceso continuo en el que ya desde elprincipio estamos ante una vida humana. El embrión no es un mero agregado de células vivas, sino el primer estadio de la existencia de un ser humano. Todos hemos sido también embriones".

Los obispos, citando la reciente recomendación de la ONU sobre la investigación con embriones, muestran su rechazo a esa investigación así como contra cualquier tipo de clonación humana: reproductiva o terapéutica.

La Subcomisión de Familia y Defensa de la vida exhorta a científicose investigadores, y a la sociedad en su conjunto, a promover "siemprela vida frente a tantas amenazas por parte de una 'cultura de lamuerte' que se manifiesta de muchas maneras".

Y citan al respecto "la anticoncepción, la extensión de lasesterilizaciones, la disminución preocupante de la natalidad, elaborto, la píldora "del día después", y la manipulación del lenguaje alhablar de 'preembriones' como si no fueran ya plenamente personashumanas". Los obispos se oponen también a "la selección y reducción embrionarias,y la manipulación y destrucción de embriones para obtener células madrepara la investigación, y la cada vez más amenazante práctica de laclonación".