Venecia recuerda a 'Divina V', la excéntrica mujer que dirigió la revista 'Vogue' en los 60

  • Una exposición se inspira en la figura de la mujer que marcó tendencias de moda.
  • Además de avispada editora, descubrió a la actriz Lauren Bacall y asesoró a Jacquie Kennedy.
  • "El biquini es lo más importante que ha sucedido desde la bomba atómica", fue una de sus máximas.
Cubiertas de las revistas en las que trabajó Vreeland. Arriba, a la derecha, la primera aparición de Lauren Bacall
Cubiertas de las revistas en las que trabajó Vreeland. Arriba, a la derecha, la primera aparición de Lauren Bacall
Musei Civizi Veneziani
Cubiertas de las revistas en las que trabajó Vreeland. Arriba, a la derecha, la primera aparición de Lauren Bacall

Diana Vreeland (1903-1989) fue durante décadas una de las voces más influyentes a la hora de marcar tendencia en la formade vestir en Occidente. Desde su posición como editora de Harper's Bazaar primero y Vogue después fijó el canon de la elegancia entre finales de los años treinta y comienzos de los setenta.

Excéntrica y excesiva, pero avispada y de gran sagacidad, la Divina V, como la llamaron durante su largo reinado, es recordada estos días en Venecia en la exposición Diana Vreeland, after Diana Vreeland (Diana Vreeland después de Diana Vreeland), inagurada el 10 de marzo en el Palazzo Fortuny de la ciudad italiana (hasta el 25 de junio).

Se trata de la primera muestra exhaustiva dedicada a la "extraordinaria y compleja" figura de una mujer de opiniones taxativas ("el biquini es lo más importante que ha sucedido desde la boma atómica") y enorme visión: fue la descubridora de la actriz Lauren Bacall y contrató para las publicaciones en las cuales ejerció la edición de moda a algunos de los mejores fotógrafos de la historia, entre ellos Richard Avedon, Irving Penn, Cecil Beaton y Norman Parkinson.

Una vida "caleidoscópica"

Los organizadores de Diana  Vreeland, after Diana Vreeland pretenden que la exposición abarque todas las facetas de una vida "caleidoscópica" y logre "reconectarla" con la actualidad al dejar clara la influencia de la periodista, editora y gurú en la forma actual de entender el fenómeno de la moda.

Además de vestidos y prendas relacionados con las tendencias defendidas por Vreeland y con su propia manera de vestir (fue nombrada en varias ocasiones como una de las mujeres más elegantes del mundo), en el museo de Venecia podrán verse ejemplares originales de Harper's Bazaar, revista en la que la Divina V fue primero columnista y luego editora de moda, y Vogue, donde trabajó como editora en jefe entre 1963 y 1971, en la época dorada de la publicación, que ella misma bautizó como Youthquake (una mezcla de las palabras inglesas, youth, juventud, y earthquake, terremoto).

Saint Laurent, Chanel, Balenciaga...

Entre los vestidos que se exhiben hay piezas de algunos de los diseñadores favoritos de Vreeland: Yves Saint Laurent, Givenchy, Chanel  y Balenciaga. Algunos han sido cedidos por el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, donde Vreeland trabajó como consultora especial del Instituto del Traje.

Nacida en París, hija de padre inglés y madre estadounidense (y socialista), Vreeland emigró con su familia a los EE UU tras la I Guerra Mundial. Tras casarse con el banquero Thomas Reed Vreeland, el matrimonio se estableció en Londres durante unos. Fue en esta época cuando la fascinación por la moda poseyó a la mujer.

En 1936, de regreso en Nueva York, fue descubierta en una fiesta por la editora de Harper's Bazaar, Carmel Snow, deslumbrada por el vestido blanco de Chanel que llevaba Vreeland. Allí mismo le ofreció un empleo como columnista. La sección, Why Don't You? (¿Por qué no?) se convirtió pronto en la más leída por las mujeres del país. "¿Por qué no vistes a tu hija como a una infanta en un baile?" o "¿Por qué no compras, como la mujer lista que eres, doce rosas rojas de tamaños diferentes?".

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