Los bomberos siguen trabajando para extinguir total y definitivamente los incendios que han consumido más de mil hectáreas de bosque en el Pirineo de Lleida, de Girona, de Huesca y de León. El último incendio activo en el Pirineo leridano se encuentra en fase de control y el fuego que afecta a la provincia de Girona está prácticamente controlado. No obstante, unas 40 dotaciones de Bomberos de la Generalitat catalana continuarán trabajando la noche del sábado hasta que termine el episodio de viento que afecta a Cataluña hasta el domingo y que ha dificultado las tareas de extinción del fuego.

Aun así, durante la tarde del sábado se han levantado todas las restricciones en los núcleos y urbanizaciones y todos los vecinos que habían sido desalojados por estos incendios, tanto de Girona como de Lleida, han podido volver a sus domicilios.

Los bomberos de la Generalitat tienen en fase de control el incendio forestal de Gerri de la Sal (Lleida), el único activo en el Pirineo leridano ya que otros tres están definitivamente apagados. Una decena de dotaciones trabajarán la noche del sábado y está previsto que el domingo se incorporen tres helicópteros bombarderos para aquellas zonas de difícil acceso.

También ha quedado extinguido el incendio declarado el viernes en montes de Valverde de Balboa (León), que movilizó a 49 militares de la Unidad Militar de Emergencia (UME). En la extinción del fuego de Castanesa han participado otros 215 militares. La UME ha puesto a disposición once camiones autobomba y cuatro nodriza para ayudar en la lucha contra el incendio de la Ribagorza (Huesca) que provocó el desalojo de cerca de un centenar de vecinos de hasta catorce núcleos de población.

Fuentes del Gobierno de Aragón han precisado que las condiciones climáticas más favorables han permitido un mejor trabajo de los medios aéreos en esta zona del Pirineo aragonés. Su trabajo y el de las unidades terrestres ha hecho posible que los vecinos de dos de los catorce núcleos desalojados el jueves hayan podido volver a sus casas, así como abrir la carretera N-260, que permanecía cerrada.

En Girona, también han regresado a sus viviendas los vecinos de la urbanización Cala Giverola de Tossa de Mar, que fueron desalojados anoche a causa de un incendio que asoló unas 500 hectáreas. Los 120 vecinos de Llagostera, que tuvieron que abandonar sus domicilios por un fuego que amenazaba sus casas, han regresado a sus domicilios desde primer hora de la tarde del sábado, así como los 80 residentes del núcleo de Fontbona que habían pasado la noche en un pabellón municipal de Llangostera.