El jefe de la misión de la OTAN en Afganistán, John Allen, ordenó este sábado replegar al personal de la organización destacado en los ministerios afganos tras el ataque que acabó con la vida de dos oficiales estadounidenses en la sede de Interior.

"Por razones obvias de protección, he tomado medidas inmediatas para replegar a todo el personal de la organización en el resto de los ministerios en y alrededor de Kabul", afirmó Allen en una nota de prensa.

"Estamos investigando el crimen y seguiremos todas las pistas para encontrar al responsable de este ataque. El autor del ataque es un cobarde cuyas acciones no quedarán sin respuesta", añadió.

El jefe de la misión condenó los hechos y confirmó que las víctimas del ataque son "dos oficiales", después de que varios medios afganos informaran de que se trata de un mayor y un coronel del Ejército estadounidense.

Ambos fueron tiroteados dentro del Ministerio afgano de Interior, en un ataque del que se responsabilizaron los talibanes, que lo presentaron en otro comunicado como una venganza por la quema de coranes de hace unos días en la base estadounidense de Bagram.

Afganistán lleva cinco días sumido en una violenta ola de agitación civil que se ha cobrado la vida de al menos 27 personas, después de que se conociera públicamente que varios coranes fueron quemados en la mayor base estadounidense del país, Bagram.

La misión de la OTAN ha calificado esa profanación como no intencionada, ha pedido disculpas (como también lo ha hecho el presidente estadounidense, Barack Obama), y ha iniciado una investigación conjunta con el Gobierno afgano sobre lo sucedido.