Ana Botella pondrá voluntarios en bibliotecas desde marzo

  • El Ayuntamiento anunció un proyecto piloto que durará seis meses.
  • Empezarán "colaborando algunas horas" en dos salas de Latina y de Centro.
Dos trabajadoras colocan las estanterías de una biblioteca.
Dos trabajadoras colocan las estanterías de una biblioteca.
FABIAN SIMÓN
Dos trabajadoras colocan las estanterías de una biblioteca.

La alcaldesa de la capital, Ana Botella, está decidida a que los madrileños colaboren con el mantenimiento de los servicios públicos de la ciudad y echen una mano para ayudar a su Ayuntamiento a superar la crisis. Tanto es así que entre marzo y abril se pondrá en marcha un proyecto piloto para que los primeros voluntarios se incorporen a las bibliotecas municipales, según avanzó este lunes la directora general de Bibliotecas, Archivos y Museos, Belén Martínez, en respuesta a una pregunta de UPyD realizada en la comisión municipal de Las Artes.

Los voluntarios "colaborarán algunas horas a la semana" en las bibliotecas municipales Iván de Vargas (Centro) y Ángel González (Latina). La prueba durará seis meses y si los resultados convencen la experiencia se extenderá al resto de bibiliotecas municipales de la red –que a día de hoy son 29– pero que en breve sumarán 13 más cedidas por la Comunidad.

El Ayuntamiento explicó que los voluntarios trabajarán a las órdenes de los bibliotecarios y realizarán, entre otras, funciones informativas sobre los recursos culturales.

Convenio con Familia

El Ayuntamiento de Madrid no aclaró a este diario cuántas personas integrarán el programa piloto en las dos bibliotecas –ambas de reciente creación–, pero sí precisó que estas personas proceden de la Fundación Voluntarios por Madrid a través de un convenio suscrito con el área de Familia y Servicios Sociales.

"No hay personal ni dinero para las nuevas bibliotecas", explicaron desde UPyD, donde consideran que los voluntarios pueden desempeñar algunas tareas, "pero jamás realizar funciones técnicas".

Con el "proyecto de voluntariado en bibliotecas" se da forma a la polémica desatada hace tres semanas por el concejal de Las Artes cuando visitaba una biblioteca en construcción en Carabanchel. Allí, a pie de obra, aseguró que su  intención era involucrar a los vecinos en la gestión de ese centro y de otros en el futuro.

Días después, la alcaldesa Botella echaba más leña al fuego al asegurar que la presencia de voluntarios era posible no solo en las bibliotecas sino en un número "infinito" de servicios dependientes de la Administración. "Queremos voluntarios medioambientales, culturales, que de alguna manera se organicen para cuidar los centros públicos". Además, explicaba el porqué: "Ante la crisis, los ciudadanos deben hacer algo por la sociedad". Eso sí, la alcaldesa excluyó la limpieza del trabajo voluntario.

La polémica fue tal que al día siguiente el Consistorio reaccionó asegurando que se habían "manipulado" las palabras de Ana Botella.

"Recelo" de los profesionales

La Plataforma para la creación de un Colegio Profesional de Bibliotecarios, Archiveros y Documentalistas (COABDM) manifiestó su "recelo" ante la iniciativa municipal. A su juicio, la intención del Consistorio responde más a un intento de "ahorrar en personal que de aumentar los servicios bibliotecarios". Aseguran que siempre han acogido "con agrado" la ayuda de voluntarios, pero vigilarán para que éstos no "usurpen" tareas profesionales.

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