El Gescrap Bizkaia ha arrollado este miércoles al Real Madrid en el Bilbao Arena y le ha recuperado la ventaja adquirida la semana pasada por el conjunto blanco en la lucha por la segunda plaza del Grupo F de la Europa, unos 16 puntos de entonces que han quedado en nada ante la paliza de 'los hombres de negro', por 93-69.

Ese casi escandaloso marcador final ha reflejado con meridiana exactitud lo ocurrido hoy en la cancha de Miribilla, donde el equipo bilbaíno ha había enjugado su desventaja al final de un primer cuarto desastroso para los visitantes, que llegaron a ir perdiendo por 31 puntos (68-37, en el minuto 26).

Apenas si pueden salvarse de los de Pablo Laso los últimos minutos del tercer cuarto y el arranque del último, aunque de manera tan insuficiente que nunca llegaron a acortar su desventaja a menos de 16 puntos, que era en esencia lo que se jugaban.

Solo Nikola Mirotic (18 puntos), mientras se lo permitieron las personales, y un espléndido tercer cuarto de Novica Velickovic, en el que anotó 15 de sus 17 puntos totales, se salvaron del naufragio madridista, que ha puesto seriamente en peligro su clasificación para los cruces de cuartos de final y ahora depende de terceros.

Principalmente de un Bizkaia que, a pesar de haber contado con jugadores en especial estado de gracia, como Aaron Jackson (15 y 28 de valoración), Alex Mumbrú (16 y 22) y Kostas Vasileiadis (19), se ha impuesto con una trabajo coral en la que prácticamente todos los jugadores de Fotis Katsikaris han estado a un nivel sobresaliente.

Al que acostumbran, por otra parte, frente a un Madrid ante el que el Gescrap encadena una racha de seis victorias en los últimos siete partidos que les han enfrentado.

El Bizkaia apartó el año pasado a los blancos de la final de la Liga ACB y este año amenaza con hacer lo mismo de los cuartos de final de la Euroliga.

Ya avisó de salida el Bizkaia el chaparrón que le iba a caer al Madrid en adelante, con un 10-0 inicial liderado por los ex blancos Mumbrú y Hervelle. Pero no se quedó ahí la cosa, ya que para el final del primer cuarto el equipo local había enjugado el 'average' del choque en la capital de España con un 34-14 que reflejaba con bastante fidelidad lo que estaba pasando sobre la cancha.

No mejoró mucho el Madrid en un segundo cuarto en el que los locales cometieron algunos errores, lo que dejó la diferencia al descanso en solo 26 puntos (52-26) cuando apuntaba a más.

Tras el descanso, los de Katsikaris llegaron a los 31 puntos de diferencia a pesar de la aparición de Velickovic. Y aunque el Madrid amagó con remontar para al menos recuperar el 'average', no llegó a conseguirlo en ningún momento.

Ya con todo decidido, como en Madrid, hubo un conato de tangana, que dio con Jackson y Singler en los vestuarios 3 segundos antes del final del partido y con los 9.000 espectadores de Miribilla quejándose al unísono de que el equipo blanco "no sabe perder".

Por su parte, Unicaja se despidió de la Euroliga con la cuarta derrota que cosechó este miércoles ante el Montepaschi Siena, por 84-69, aunque mejoró en su actitud y compitió ante un equipo superior, con mejores jugadores y que tiene muchas posibilidades de ser primero del grupo F.

El equipo malagueño se presentó en Siena en un estado poco óptimo, con una racha de seis derrotas, y sin prácticamente opciones de clasificarse para la siguiente fase. Aún así y con los jugadores bajos de moral, le plantó batalla a su rival en los dos primeros cuartos, con un juego sin excesivos alardes, pero seguro y con firmeza en las dos zonas.

El Montepaschi Siena tuvo al escolta serbio Igor Rakocevic como su mejor jugador, aunque el pívot del Unicaja Jorge Garbajosa junto con el escolta estadounidense Gerald Fitch, que despertó, contrarrestaron el poderío italiano dejando una esperanza para la segunda parte 52-46.

Esa esperanza se desvaneció, porque el Unicaja volvió a cometer los mismos errores de siempre, muchas pérdidas de balón, hasta trece, y una defensa blanda, que permitió al Montepaschi Siena conseguir una máxima ventaja 63-46, minuto 24, que además presionaba atrás, dejando a los cajistas cinco minutos sin anotar.

El Unicaja echaba en falta los puntos de su mejor jugador, el pívot inglés Joel Freeland, apagado y bien defendido. A pesar de esta ausencia, los malagueños aprovecharon un momento de debilidad de los italianos y rebajaron sustancialmente la ventaja 65-60, minuto 30.

A pesar de los impulsos del Unicaja, el Montepaschi Siena, cuando apretaba en su zona, era superior a los cajistas. Lavrinovic, Rakocevic, McCalebb o Andersen, ganaban la partida a sus defensores (73-62, minuto 34). El encuentro estaba decantado para los italianos que sumaron su cuarta victoria.