El aumento de jornada laboral de 35 a 37,5 horas semanales que el Gobierno de Esperanza Aguirre ha decidido aplicar a todos los funcionarios públicos supondrá que un número no menor de opositores que cubren plazas como interinos pierdan su puesto de trabajo.

Esta tesis, que los sindicatos vienen defendiendo desde que la Comunidad de Madrid anunció la medida, fue admitida este martes por la responsable de la función pública en Madrid, la consejera de Presidencia y Justicia Regina Plañiol, que, sin embargo, se negó a hablar de despidos.

"Es posible que se necesite menos personal interino, que se les llame en menos ocasiones o que se les llame para una dedicación de jornada inferior", declaró Plañiol. Sin embargo, la consejera quiso minimizar las consecuencias asegurando que a esto "en ningún caso se le puede considerar ni despido, ni reducción de puestos de trabajo, ni por supuesto ERE (expediente de regulación de empleo), como vemos que realizan otras administraciones públicas".

La Comunidad de Madrid no ha querido valorar cuántos empleos o a cuantas jornadas laborales completas equivaldrá el aumento de jornada de los funcionarios y el hecho de quitarles un día de libre disposición.

Al conocer la medida, CC OO, UGT y CSIT-UP calcularon en 7.000 los trabajadores que, habiendo superado su oposición, aunque sin plaza propia, dejarían de trabajar en la Administración. Sus puestos se cubrirían con el incremento de horas de los trabajadores fijos.

En Educación, cuyos profesionales ya hacían 37,5 horas pero a quienes les aumentaron de 18 a 20 las horas dedicadas estrictamente a dar clase, la consejera Lucía Figar admitió que se contratarían alrededor de 1.000 profesores menos. La cifra no es definitiva pues Educación no ha hecho público ningún cálculo.

Este martes, el sindicato médico mayoritario, Amyts, y el Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM), dieron la valoración de su sector: 1.500 médicos menos si la medida se aplica en una Sanidad donde los profesionales ya están saturados.

Respecto a la Sanidad, el secretario general del sindicato, Julián Ezquerra, y el presidente del ICOMEM, Miguel García Alarilla, comparecieron para advertir al Gobierno de Aguirre que los médicos ya superan "con creces" las 37,5 horas de trabajo semanales.

Un horario, apuntaron, que tampoco incluye horas de trabajo que los médicos dedican a reciclarse, publicar, estudiar o participar en comisiones que "son lo que hacen avanzar la medicina", según recogió Europa Press.

Según el sindicalista, dejar de contratar eventuales sólo provocará "más listas de espera, un aumento de las listas quirúrgicas y la masificación de las consultas". Por ello, el presidente del Colegio exigió a la Comunidad que cuente con ellos a la hora de recortar. "Somos los que conocemos cómo se presta la asistencia sanitaria y dónde se puede recortar para minimizar los efectos", apuntó.

Amyts, que ofreció revisar, entre otras, las carteras de servicios que se prestan a los ciudadanos, no descartó la huelga si la Comunidad realiza ajustes en la Sanidad pública sin contar con los profesionales.