Ha pasado por un calvario de cuatro operaciones para reconstruir el daño provocado por unas prótesis defectuosas que acabaron rompiéndose en el interior de su cuerpo. Fue un duro golpe físico, pero todavía más a nivel psicológico. "Amputaron mi feminidad y me destrozaron. Se juntó con un cúmulo de circunstancias y hasta acabé perdiendo mi trabajo".

Eva Jiménez ha vivido en sus carnes los efectos de las prótesis mamarias PIP, cuyo uso prohibió el Ministerio de Sanidad en marzo de 2010 tras detectar las autoridades francesas que no se estaban fabricando con los componentes declarados y empezaban a producirse roturas en muchas pacientes.

A esta valenciana de 37 años le colocaron los implantes en diciembre de 2007. "No se debe entrar a valorar por qué se va al quirófano. Hay operaciones de este tipo para reconstrucciones por cáncer, malformaciones o simplemente porque nos queremos sentir femeninas por no tener pechos", explica.

En su caso, confiesa que nació "con este problema". "No fui a llorar a la Seguridad Social ni a operarme a un trastero, acudí a un cirujano", relata.

Casi tres años después, en noviembre de 2010,  tras varios meses de molestias, se produjo la rotura de uno de ellos, lo que obligó a intervenirla de urgencia para retirarlo y ponerle otro. Sin embargo, sus problemas no acabaron ahí. Un mes después, tras una infección, tuvieron que retirarle las prótesis. En este punto es cuando sintió que "amputaban" su feminidad y se hundió. La cuarta operación, en mayo de este año, fue para reconstruir sus pechos, una intervención que por fortuna califica de "buena".

El caso de Eva no es aislado y las afectadas están uniendo esfuerzos en varios países. En el caso de España, ella lidera una asociación que está apunto de ver la luz para exigir responsabilidades.

La asociación de afectadas ha recibido ya más de 500 peticiones de adhesión, aunque se calcula que en España la cifra de mujeres con estos implantes supera las 10.000. "Seguiremos luchando porque esto no debería haber pasado. Sanidad debe hacerse responsable de un producto que entraba con el sello de la CE", concluye Eva.

¿Qué son las prótesis PIP?

Se trata de unos implantes mamarios fabricados por la empresa francesa Poly Implant Prothese (PIP).

¿Por qué se prohibió su uso?

Sanidad ordenó que dejaran de usarse en España el 31 de marzo de 2010 tras una alerta europea porque se estaban fabricando con un gel distinto al declarado.

¿Qué problemas pueden provocar?

Expertos creen que la empresa cambió el gel en 2007 (se estaban comercializando desde 1999) por otro de mayor acidez, lo que puede hacer que los pliegues normales que se forman cuando la prótesis está colocada deriven en una rotura de la misma y que la silicona circule por el cuerpo.

¿Qué hay que hacer si se rompe?

Lo ideal es hacer un seguimiento médico y, si es necesario, cambiarla.

¿Qué ha hecho Sanidad?

Cuando las prohibió en 2010 pidió a las clínicas un listado de las pacientes para tenerlas controladas. La UE recomendó en 2003 un registro de implantes, pero no se realizó.