Para frenar esta epidemia, que ya ha infectado a 65 millones de personas y matado a 25 desde su detección en 1981, se calcula que se utilizarán 8.900 millones de dólares este año, cantidad muy alejada de las verdaderas inversiones necesarias, que girarían en torno a los 14.900.

España, por buen camino

Aunque en los países de Europa oriental se detectaron 220.000 nuevos casos, España, sin embargo, parece que va por buen camino. El año pasado se dieron 1.873 nuevos casos (un 11,5% menos en relación con los datos de 2004). Desde que se diera a conocer la enfermedad, en nuestro país 71.039 personas se han visto contagiadas  y más de 42.000 fallecieron por la misma causa.

¿Sabías que...

... Al día se infectan  ocho personas por el virus sólo en España? ... 15 millones de niños perdieron a sus padres por la enfermedad? ... los programas de prevención alcanzan a menos de uno de cada cinco afectados que los necesitan? ... en Latinoamérica se contagiaron 140.000 personas el año pasado?

Replantearse una vida

Carlos M. Gómez. 39 años, seropositivo.

«No quise creérmelo»

Era toxicómano y muy joven  cuando me lo detectaron, hace ahora 18 años. No quise creérmelo, desconocía la enfermedad y sólo me daban un año. Lo más duro fue ver morir por lo mismo a dos chicas con las que estuve. Sin embargo, gracias a la medicación y a que no sufrí otras enfermedades puedo estar aquí, con muchas esperanzas y expectativas de poder hacer mi vida con una mujer.

Esther Andrés. 36 años, pareja de Carlos y trabajadora social en Avacos (Asociación Valenciana Contra el Sida).

El rechazo es lo más duro»

Conocí a Carlos en la asociación el pasado enero cuando comencé a trabajar allí y poco después iniciamos nuestra relación. Tenía miedo por el virus, pero ahora lo llevamos con total normalidad y periódicamente me hago pruebas. Desde entonces nunca le he visto tener momentos bajos, es muy luchador y tiene aceptada la enfermedad. El próximo  diciembre nos casamos y ya me estoy preparando para la inseminación artificial. Mi trabajo es vocacional y muy gratificante, pero hay momentos duros en los que sientes el rechazo que tienen que sufrir y ves cómo les evitan en los trabajos, que es lo que les genera más miedo. Aquí ofrecemos un programa de apoyo y asesoría laboral a un colectivo muy heterogéneo: vienen tanto jóvenes como adultos, hombres y mujeres que por motivos muy diferentes se han contagiado.