El jurado declara culpable de los cuatro crímenes a Pere Puig, el 'asesino de Olot'

  • El jurado no contempla ninguno de los atenuantes.
  • Puig mató a Joan Tubert, Àngel Tubert, Rafel Turró y Anna Pujol en 2010.
  • Los crímenes han quedado probados porque él mismo los reconoció ante el juez y la policía y porque muchos testigos lo vieron.
Los mosos acompañan al 'asesino de Olot'.
Los mosos acompañan al 'asesino de Olot'.
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Los mosos acompañan al 'asesino de Olot'.

El jurado popular ha declarado por unanimidad culpable de los cuatro crímenes por los que se le acusaba al asesino confeso de Olot, Pere Puig, sin contemplar ninguno de los atenuantes ni eximentes que había planteado la defensa.

La decisión de los nueve miembros del jurado de no aceptar ningún atenuante ha obligado a la defensa a subir a 60 años de cárcel (15 por cada asesinato) la petición de pena para su cliente, en lugar de los 30 que pidió en su informe.

Por su parte, tanto la Fiscalía como la acusación particular mantienen la petición de 20 años de prisión por cada uno de los crímenes (80 años en total) para el asesino de cuatro personas en un bar de La Canya y en la oficina de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) de Olot el 15 de diciembre de 2010.

El jurado concluido que Puig fue el autor material de los hechos y el asesino de Joan Tubert, Àngel Tubert, Rafel Turró y Anna Pujol: Unos crímenes que han quedado probados porque él mismo los reconoció ante el juez y la policía, porque muchos testigos lo vieron, e incluso algunas cámaras que lo grabaron.

También han contemplado que el procesado disparó al pecho y a la cabeza de las víctimas con la intención clara y premeditada de acabar con sus vidas, ya que así lo explicó el mismo Puig y porque era consciente que la potencia del arma utilizada -un rifle de caza mayor-, podía causar la muerte en caso de dispararse a corta distancia de una persona.

Además, en este caso, los forenses que realizaron las autopsias a los cuatro cuerpos determinaron que las muertes fueron violentas homicidas, incompatibles con la vida, y que en ningún caso existen signos de defensa. En su veredicto, el jurado también ha tenido en cuenta que las víctimas estaban desarmadas y que no tuvieron oportunidad de defenderse; hechos probados por las declaraciones del mismo acusado, por los testigos y por la filmación que las cámaras de seguridad en el caso de los dos crímenes perpetrados en la oficina de la CAM.

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