La intervención artística que la artista Cristina Iglesias va a llevar a cabo en la casa del faro de la isla Santa Clara en San Sebastián sumergirá al espectador "en una experiencia única", recreando el movimiento y el sonido del mar en una planta del edificio que se va vaciar hasta una profundidad de unos cuatro metros.

Además, se cubrirá con un fondo de bronce sobre el que jugará la luz, el agua y el color invitando a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestros océanos, según ha explicado ella misma.

En declaraciones a los medios en el Ayuntamiento de San Sebastián, donde se ha presentado a técnicos y representantes municipales, así como a otros agentes implicados la maqueta de este proyecto, cuyas obras se espera comiencen el próximo año, Iglesias, acompañada del alcalde donostiarra, Eneko Goia, ha explicado que la planta de la casa del faro se va a vaciar creando una socavón en toda su planta.

En éste se va a recrear un "vaso", recubriéndolo de bronce, con diferentes estratos, simulando "la naturaleza de los fondos marinos, sus rocas, la erosión del mar", para lo cual se ha analizado la costa, tendrá en torno a un diámetro de entre siete y nueve metros y una profundidad de cuatro. Sobre este espacio se crearán balconadas y pasarelas con escalones bajos por los que el visitante podrá recorrer distintos niveles de la obra.

La artista ha señalado que el bronce añadirá "luz" a la obra, que llegará a través de una nueva cubierta en el techo, "que no va a alterar en absoluto el paisaje", y luz artificial también.

"El vaso baja hacia el mar y trabaja en ese ilusionismo de hacernos conscientes del mar que tenemos y de cuidarlo, temas muy, muy importantes, pero también va a tener una actividad de esa ilusión del agua entrando, subiendo, bajando, a veces entrando de manera más precipitada en el lado entre el Aquarium y la isla que sería la entrada del mar a la bahía", ha afirmado.

Según ha explicado, el agua no será del mar, ya que su corrosión sería "nefasta" y haría que las labores de mantenimiento fueran continuas, mientras que con un circuito cerrado de agua dulce serán "mínimas". Además, ha apuntado que ese efecto del agua hablará también "de memoria, de cosas que ya hemos visto y volvemos a ver, de verlo diferente otro día, de distinta manera".

Iglesias ha incidido en que el objetivo es que como espectadores tengamos "una experiencia interior que nos haga reflexionar sobre los temas citados, pero también en sí misma será una experiencia única, de luz, sonido y colores", que comenzará nada más llegar a Santa Clara.

Goia ha señalado que ya se han solicitado los permisos necesario para acometer la obra a la Autoridad Portuaria y se quiere comenzar a vaciar el edificio, "en un momento en el que no se moleste a nadie", lo cual podría ser "entre abril o mayo". "Para eso necesitamos que todos los trámites que tenemos que hacer los tengamos completados, no son sencillos, pero vamos a intentarlo", ha indicado.

El alcalde ha puntualizado que si no se logra comenzar para esa fecha con los trabajos, que podrían prolongarse durante un año o dos, se esperará a después del verano. En ese caso se iría trabajando en la fundición con el bronce, a la espera de arrancar con el vaciado tras la época estival, aunque el alcalde han incidido en que pondrán "todo lo que esté en nuestra mano" para que los trabajos comiencen en la fecha anteriormente citada.

PELÍCULA Y MAQUETA

Por otro lado, Iglesias ha indicado que la obra podría acompañarse de una película sobre la misma que se exhibiera junto a una maqueta en el Aquarium donostiarra para que los visitantes que no puedan desplazarse a la isla también experimentaran "ese viaje" y se sumerjan en esta intervención artística, "pensando en ello desde la distancia".

Finalmente, ha explicado que este proyecto surgió a partir de la una "idea poética preciosa" que encierra en sí Santa Clara y que es la de que "lo remoto es cercano".