La sentencia estima un recurso de apelación del marido de la fallecida, quien solicitó que la compañía aseguradora cumpliese íntegramente con la cobertura de la póliza.

Mapre recurrió también un fallo del Juzgado de Primera Instancia, dictado en noviembre pasado, ya que sostenía que "se habían ocultado datos relevantes".

En 1993, el demandante y su esposa suscribieron una póliza de seguro de vida y un plan de jubilación, con un capital asegurado -si ambos vivían a fecha 30 de julio de 2007- de 21.941 euros, y de 54.174 euros si alguno de los dos fallecía antes de la fecha de vencimiento de la póliza.

La mujer falleció a la edad de 45 años debido a una insuficiencia cardiorrespiratoria aguda, por muerte natural causada por una obesidad mórbida.

Según la sentencia, cuando la mujer suscribió la póliza en 1993 no sufría trastornos de obesidad mórbida, por lo que no los pudo incluir en el cuestionario de salud que tuvo que rellenar para la compañía de seguros.El fallo judicial añade que, "de haber sido tan relevante esta circunstancia, los empleados o agentes de la aseguradora hubieran podido observar esta circunstancia".

Agrega que varios informes médicos documentan la enfermedad en 1997, sin perjuicio de que la afectada padeciera exceso de peso con anterioridad, pero no significa que en 1993 ya sufriese obesidad mórbida o que ocultase deliberadamente esta patología.

El Tribunal rechaza la tesis de la compañía, ya que los asegurados no negociaron nuevas condiciones del contrato o aumentaron le capital asegurado tras conocer la enfermedad.