La Fura dels Baus lleva al Liceo barcelonés su versión orgánica y grotesca de 'Le Grand Macabre'

  • El miedo a la muerte es el tema central de esta ópera de György Ligeti.
  • La orquestación es poco habitual, con mucha presencia de la percusión y los vientos y poca de las cuerdas.
Clàudia, en 'Le Grand Macabre', de La Fura dels Baus.
Clàudia, en 'Le Grand Macabre', de La Fura dels Baus.
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Clàudia, en 'Le Grand Macabre', de La Fura dels Baus.

Una figura humana de 20 metros de alto en posición semiestirada ocupará todo el escenario del Gran Teatro del Liceo de Barcelona durante los cinco días que la Fura dels Baus, a partir del día 19, representará Le grand Macabre, que ha pasado ya por varias ciudades europeas.

Los personajes de la obra entran y salen de esta gran muñeca, que personifica "el miedo a la muerte", tema central de esta ópera de György Ligeti, según ha explicado este miércoles el director del espectáculo y miembro de La Fura dels Baus Àlex Oller. Le Grand Macabre es una ópera compuesta por Ligeti a partir de una obra teatral que Michel de Ghelderode escribió en 1934, cuando en Europa nacían y crecían las dictaduras que llevarían al mundo a la guerra y la destrucción.

La obra habla del miedo a la muerte y del miedo a la destrucción total, "unos miedos muy actuales", según Oller, que ha subrayado que la obra empieza con un audiovisual en el que se ve a una mujer en decadencia comiendo comida basura y leyendo un periódico con un titular sobre la crisis. "El punto de partida de la obra es esta mujer entrando en estado de pánico", ha aclarado el director, que ha decidido reflejar el miedo "de una manera muy física, muy orgánica". "Yo pensaba que La Fura me pediría mucho metal y mucho hierro, sin embargo querían algo muy orgánico, así que diseñé esta gran mujer", ha explicado el escenógrafo, Alfons Flores.

El Gran Macabro que da título a la obra es un personaje siniestro que anuncia la llegada inminente de la muerte y del Juicio Final. "El mensaje de la obra es que no hay que hacer caso de estos fantoches que meten el miedo en el cuerpo de la gente, porque el miedo paraliza", ha asegurado la directora de escena, Valentina Carrasco. En su opinión, este mensaje positivo es muy adecuado para los tiempos que corren, porque "en los momentos de crisis es fácil que el miedo te petrifique".

Oller ha destacado que El Gran Macabro encaja muy bien en el universo de La Fura dels Baus por su parte "física, orgánica e incluso escatológica", pero también por "su sentido del humor grotesco". La obra es una tragedia, sin duda, pero una tragedia llena de sarcasmo", ha explicado Oller, que ha enfatizado la conexión de El Gran Macabro con el mundo de las barracas de feria, las mujeres barbudas y los enanos deformes de los circos de antaño.

"El gran acierto de La Fura es enfatizar el tono de gran farsa", según el director artístico del Gran Teatro del Liceo, Joan Matabosch, que ha rememorado el "error de otros montajes anteriores, que fracasaron estrepitosamente por tomarse el tema demasiado a la tremenda". En este sentido, la obertura de la obra es "toda una declaración de principios", ha añadido, ya que la ópera empieza con un concierto de claxones de coche.

Desde el punto de vista musical es "una amalgama que hace un repaso de la música clásica y no tan clásica. Hay un poco de todo", según Oller. "Es una pieza para ir acompañada de una puesta en escena, más que para ser simplemente oída: escuchada en casa puede resultar algo dura", ha reconocido.

La orquestación es poco habitual, con mucha presencia de la percusión y los vientos y poca de las cuerdas, según ha puntualizado Matabosch. Finalmente, el director artístico del Liceo ha defendido ardientemente la necesidad de programar obras arriesgadas como El Gran Macabro porque "hay que tener un equilibrio entre la rica historia de la ópera y las propuestas contemporáneas".

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