Las prostitutas se manifestarán este domingo en Madrid contra la "presión policial"

  • Las meretrices de la región se manifestarán el domingo en la calle Montera de la capital por el "acoso" contra ellas y sus clientes.
  • Exigen la creación de un barrio chino y que se reconozca su actividad.
Una prostituta de la Colonia Marconi.
Una prostituta de la Colonia Marconi.
JORGE PARÍS
Una prostituta de la Colonia Marconi.

Trabajan a la intemperie ofreciendo sexo por dinero, ya sea en Gran Vía o en Colonia Marconi (Villaverde). Son las prostitutas callejeras de la región, las cuales se manifestarán el domingo en la calle Montera (Centro) para denunciar el "creciente acoso policial" contra ellas y sus clientes, exigir la creación de "espacios" en los que "trabajar tranquilas" y que su empleo salga de la "alegalidad".

El entrecomillado son  palabras de Cristina Hernández, una de estas meretrices y miembro de Hetaira, colectivo por los derechos de las prostitutas, pronunciadas este jueves durante el anuncio de esta concentración.

Cristina estaba acompañada de una decena de meretrices más que pedían los mismo que ella, aunque con la cara tapada por máscaras. Aseguran que la Policía cada vez las presiona más para que no puedan trabajar, con "controles de alcoholemia" que espantan a los clientes o pidiéndola la documentación. "Hay ayuntamientos, como Alcalá, que crean ordenanzas contra nosotras. Estamos hartas de que se nos trate como víctimas de la trata de blancas. Eso existe y estamos en contra, pero es una minoría. La mayoría entramos en este negocio por voluntad", asegura Cristina.

Jordi Gordon, portavoz de los vecinos del barrio de Universidad, afirma, en contra, "no ver a la Policía. Las prostitutas siguen en la zona, puede que más". Por su parte Florencio Delgado, presidente de la asociación de comerciantes de Gran Vía, se muestra a favor de legalizar la prostitución y crear un barrio chino. "El problema es, ¿dónde?", se pregunta.

"Un policía me chantajeó"

Verónica no es Verónica, si no el nombre con el que nos pide salir en el artículo. Tiene 44 años y es prostituta en Colonia Marconi. Entró en la prostitución en el año 2000, "recién llegada de Ecuador y tras trabajar seis meses en el campo. Allí me sentía humillada, ni siquiera nos querían pagar", cuenta. Asegura que ejerce por libre, "sin chulos, como casi todas las latinas", y que su peor experiencia fue con un policía: "Me chantajeó para que subiera a su coche y se lo hiciera gratis. Pero me negué".

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