¿Nueva o usada?

Al comprar una vivienda de segunda mano, casi siempre es necesario abonar el precio completo.
Por el contrario, en las viviendas nuevas, lo más frecuente es que haya que pagar alrededor del 30% del precio durante el periodo que va desde la firma del contrato hasta la entrega de la vivienda, momento en el que se abonará el 70% restante. Por tanto, si no conseguimos todo el precio de una vez, estaremos abocados a comprar vivienda nueva. Otra diferencia consiste en que en la vivienda de segunda mano nos dan las llaves de forma inmediata y, salvo necesidad o deseo de reformas, podremos ocuparla en el momento. Mientras, en la de nueva construcción hay que esperar un plazo más o menos largo que, además, suele prolongarse más allá de la fecha previamente pactada.

Protección ante la ley

Es más habitual que el vendedor de una vivienda de segunda mano sea un particular y el de una vivienda de nueva construcción sea una empresa constructora o promotora. Esto marca una diferencia fundamental: en el segundo caso, tendremos la condición de consumidor y nos podremos beneficiar de la protección especial que nos otorgan las leyes de defensa del consumidor en este sentido.

Por el contrario, si tanto el comprador como el vendedor se constituyen como particulares, la ley presupone que ambas partes están en igualdad de condiciones y, en consecuencia, no habrá protección especial para ninguna de ellas.

Por último, los plazos para reclamar por posibles defectos que pueda presentar la vivienda son muchísimo más breves en compraventa de viviendas de segunda mano que los concedidos en las de nueva construcción.

Con la colaboración de A. A. V. (Alboreca, Abogados de Vivienda). Teléfono: 902 503 630. Correo electrónico: alboreca@alboreca.es

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