Italia sigue sin tener nuevo presidente tras tres votaciones

Italia sigue sin tener un nuevo presidente que sustituya a Carlo Azeglio Ciampi después de que, tras tres votaciones, el Parlamento haya sido incapaz de ponerse de acuerdo sobre un nombre que concitase un apoyo amplio.

Para hoy, cuando el umbral para elegir al jefe de Estado desciende desde la mayoría de dos tercios exigida en las tres primeras votaciones a la mayoría absoluta, se espera que Giorgio Napolitano sea elegido nuevo presidente.

Al terminar la tercera de esas votaciones, el líder de la Unión, la coalición de centroizquierda con mayoría en las Cortes y previsible próximo jefe de Gobierno, Romano Prodi, anunció formalmente la candidatura de Giorgio Napolitano.

El anuncio de la candidatura del diputado ex comunista fue acogido con aplausos por los electores presentes en el Parlamento, lo que dio pie a los analistas a predecir que mañana Napolitano será presidente de Italia.

Sin embargo, el dirigente de la Casa de las Libertades y previsible próximo jefe de la oposición, Silvio Berlusconi, no ha aprobado aún el nombre de Napolitano.

Berlusconi ha pedido para hoy el voto en blanco en lo que se ve como una estrategia de desgaste de la Unión, que cuenta con una exigua mayoría en el Senado.

Para contrarrestar, la Unión ha cambiado de candidato, ya que en un principio se preveía que fuera Massimo D'Alema, el presidente de los Demócratas de Izquierda (DS), partido que cuenta con la mayoría en la coalición de la Unión.

Pero D'Alema, que para evitar fricciones en la Unión ya se retiró de la carrera a la presidencia de la Cámara de Diputados en favor de Fausto Bertinotti, el líder de Refundación Comunista, se ha apartado ahora de la candidatura a la presidencia del país.

D'Alema ha dejado así vía libre a Giorgio Napolitano, miembro de su partido, pero hombre muy reconocido por todos en Italia, incluidos sus rivales políticos.

La tónica de ayer en el Parlamento fue la papeleta en blanco, la misma de ayer, cuando se celebró la primera votación, y que ha sido la opción propuesta hasta ahora por la Unión y la Casa de las Libertades.

Ambas coaliciones defendieron el voto en blanco con el argumento de estar a la espera de acercar posturas sobre un candidato que tuviera el máximo consenso.

En la votación de ayer por la mañana, hubo 724 papeletas en blanco, mientras que en la de la tarde ascendieron a 770.

En la mañana, la Liga Norte, formación de la Casa de las Libertades, se salió de la pauta general del voto en blanco y votó por su líder, Umberto Bossi, que obtuvo 38 papeletas.

Además, el voto secreto animó a muchos diputados a saltarse la disciplina y así, D'Alema obtuvo 35 sufragios, Giorgio Napolitano registró 15 y Gianni Letta, hombre de confianza de Silvio Berlusconi, anotó 11.

Pero la indisciplina llegó a más, ya que la posibilidad de poder elegir como presidente a cualquier ciudadano italiano, llevó a algunos diputados a escribir nombres como el del famoso presentador de televisión Bruno Vespa o el del cantante de rock Vasco Rossi.

En la tarde, la Liga Norte abandonó a su líder, por lo que aumentó el número de votos en blanco, mientras D'Alema obtuvo 31; Napolitano, 16; y Giulio Ferrara, el director del periódico propiedad de la familia Berlusconi, logró diez.

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