315 víctimas de acoso escolar en el País Vasco reclaman ayuda

Son padres, alumnos y profesores que han recurrido al teléfono de atención  SOS Bullying en el último año y medio.
Jokin, el estudiante de bachillerato de Hondarribia que no pudo soportar más el acoso al que le sometían sus compañeros y se suicidó, marcó un antes y un después. Su trágica muerte destapó un problema que desde entonces tiene un nombre, bullying, y mucha gente más luchando por evitarlo.

Entre ellos está SOS Bullying, un servicio del sindicato de profesores Anpe, que tiene su sede en Barcelona, funciona las 24 horas del día y que atiende desde noviembre de 2004 casos de toda las comunidades.

Entre ellos, tres chavales que contactaron con el servicio cuando estaban a punto de quitarse la vida, algo que consiguieron evitar los psicólogos del servicio.

En año y medio, al teléfono (620 489 332) y al correo electrónico (barcelona@anpe.es) de SOS Bullying han recurrido 315 alumnos, profesores y padres vascos; la mayoría, con  dramas importantes.

«Hay muchas más consultas de comunidades como Andalucía o Madrid; en general, los vascos son más reticentes a hablar y la mayoría sufre casos duros», explica Ferran Barri, uno de los psicólogos de SOS Bullying.

En total han recibido 12.124 llamadas y e-mails  de toda España. El 61% es de padres que llaman porque no saben qué hacer para evitar el acoso que padecen sus hijos. Los jóvenes que sufren bullying prefieren utilizar el correo electrónico del servicio, al que recurren tras un año de acoso.

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