«Estamos cogiendo firmas para que los echen ya»

Vecinos de El Saucejo destrozaron casas de VPO para exigir que se vayan las familias gitanas conflictivas.
La Guardia Civil mantiene vigilancia desde el domingo al final de la calle donde viven las familias gitanas.
La Guardia Civil mantiene vigilancia desde el domingo al final de la calle donde viven las familias gitanas.
A. G.
La Guardia Civil mantiene vigilancia desde el domingo al final de la calle donde viven las familias gitanas.
El pueblo sevillano de El Saucejo no había vivido nada parecido hasta ahora. Tras tensiones anteriores, el sábado saltaba la chispa que ahora tiene enfrentados a los vecinos contra las 15 familias de etnia gitana que allí viven. Durante la romería del sábado, una pelea entre jóvenes (payos y gitanos) con palos acabó con dos heridos graves. El domingo, los vecinos tomaron su particular venganza y, armados de palos y ladrillos, subieron hasta la calle Majadahonda, donde vive la comunidad gitana, para destrozarles las casas.Guardia Civil y Policía Local lo impidieron, pero no que asaltaran las casas de protección oficial que se iban a entregar en breve a varias familias gitanas. «Llegaron enfurecidos, partieron cristales y puertas de las casas nuevas y quemaron cosas dentro. Tenemos miedo», dice un vecino de la c/ Majadahonda.

Un agente de la Policía Judicial confirma que ya hay dos detenidos de etnia gitana y tres identificados, pero podría haber más; la investigación sigue abierta.

«Estamos recogiendo firmas para que los echen ya», asegura J. Martínez, vecino de la localidad. Además han convocado manifestaciones para exigir al Consistorio que expulse a las familias conflictivas y dote al pueblo de más seguridad. «Nos tienen acosados –se queja una señora–. En todas las ferias montan peleas y sacan las navajas. Así no podemos vivir en paz».

Juan Reyes-Reves. Vecino. C/ Majadahonda. «Me han roto los cristales de mi máquina de trabajar y partieron las ventanas de una furgoneta estando los niños dentro. Iban como locos. Mi mujer no se atreve a salir. Estamos pagando justos por pecadores».

Rafael González. Dueño de un bar. «No es racismo, es que la gente estaba harta de aguantar el gamberrismo de jóvenes gitanos desde hace años. No puede ser que llegue un niño diciendo: ‘Papá, que en la puerta del cole venden drogas’».

C. R. M. Vecino. «Estamos hartos de robos y de peleas. Sé que son sólo unos cuantos los que molestan, pero no vamos a aguantar más. La gente está muy quemada y a la mínima provocación que haya otra vez, esto será más gordo. Queremos más seguridad».

José Martínez. Vecino. «Las que tienen al pueblo atemorizado son un par de familias gitanas. Nosotros no somos racistas, sólo queremos estar en paz. Ellos aprovechan cualquier fiesta para montarla».

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