Cansado, pero también feliz y algo melancólico, David Yates reflexiona sobre el adiós del mago y compañía. También él se despide de los periodistas: con su móvil fotografía, al final de la entrevista, a cada uno de ellos para hacer un gran collage con los que lo han acompañado en esta aventura.

Dirigió Harry Potter y la orden del Fénix, y ha terminado como realizador de las últimas cuatro entregas de la saga. ¿Alguna vez pudo imaginarlo?

¡En absoluto! Me ofrecieron rodar un capítulo, y no pude negarme: ¡cómo iba a rechazar, entonces, ocuparme de todo el desenlace final! Estoy muy feliz y orgulloso, nunca podía haber imaginado algo así.

Este capítulo final se proyecta en 3-D, pero no se rodó así...

Así es... Cuando empezamos a rodar las dos últimas partes, probamos con esta tecnología, y nos encantó. Pero no habíamos preparado la película para hacerla de esta forma, y cambiar todo lo previsto habría sido muy precipitado. Hacer la conversión en la posproducción tiene sus ventajas: mides más los efectos, evitas que el público se distraiga... En realidad, no es eso lo que importa en la película, pero sí contribuye a crear una densidad y una profundidad especiales. También multiplica la espectacularidad: dragones, arañas y otras escenas son todavía más llamativas.

Desde hace cuatro años ha trabajado con un puñado de actores que llevan en la saga media vida. ¿Cómo han crecido?, ¿en qué han cambiado?

Han crecido, y eso les ha hecho sumar muchos más recursos, tanto en lo que respecta al cine como a la vida real. Creo que ambos campos se mezclan: ser adultos los ha hecho actores más completos, pero también formar parte de una historia como esta los ha ayudado a aprender muchísimas cosas de la vida. También ese aprendizaje ha hecho mejor la película: su experiencia en estos personajes y saber que nunca más volverán a meterse en su piel, le da una melancolía que hace mucho más intensa y hermosa esta entrega.

Daniel Radcliffe anunció recientemente haber tenido ciertos problemas con el alcohol: ¿qué sabe usted del tema?

Su comportamiento ha sido en todo momento un ejemplo de profesionalidad. En lo personal..., tampoco sé mucho. Bueno, sí: que yo sepa, cualquier chico inglés de su edad también bebe demasiado. No creo que sea tan serio.

¿Y Emma Watson? De actriz desconocida a toda una estrella de la moda y el cine...

Emma puede hacer lo que quiera. Es tan inteligente, sensible y madura que no tendrá límites: triunfará en cualquier cosa que intente. Siempre ha sido un ejemplo de responsabilidad y madurez.

Tanto ella como su personaje han cambiado mucho...

Empezó a trabajar en Harry Potter con..., no sé, ¿ocho años? El brillo infantil, el encanto de niña maravillosa, creo que duró hasta las dos últimas entregas. A partir de ahí, es otra: más madura, más actriz. Conserva el magnetismo, pero se ha convertido en una actriz de verdad.

¿Y usted? ¿Cómo le ha cambiado ser el responsable de clausurar la saga cinematográfica más exitosa de la historia?

Me ha aportado mucha sabiduría, mucha experiencia, tanto en lo profesional como en lo personal. He conocido a gente maravillosa, y solo puedo estar muy agradecido porque hayan confiado en mí.

¿Y ahora? ¿Qué le queda por hacer?

De momento... ¡Descansar! Irme a una isla con mi mujer.