Tras una semana muy intensa en las plazas de toda España, las acampadas del conocido como movimiento del 15-M afrontan su existencia tras la euforia del fin de semana electoral y los resultados de los comicios, poco acordes con lo que denunciaban.

La mayoría de los campamentos decidieron este lunes continuar las movilizaciones al menos esta semana. Las concentraciones continúan, pues, pero en algunas concentraciones se nota una menor afluencia de público y una menor atención mediática y en las redes sociales.

La Puerta del Sol pierde acampados a medida que pasan los días. En la asamblea que ha tenido lugar este martes por la mañana, la asistencia rozaba las 300 personas aproximadamente, muy lejos de las más de 800 que llegaron a reunirse la semana pasada. El ritmo del campamento también ha disminuido, y ya se piensa más en las actividades a largo plazo que en las de la propia acampada, donde los talleres lúdicos han cobrado protagonismo.

La acampada de Barcelona presenta menos participantes, pero se achaca a que se están organizando y dispersando por barrios y localidades (como también está haciendo la acampada de Sol), por lo que aseguran que "en realidad" son más, según confirma a este periódico. Los protestantes decidirán cada domingo si continúan de semana en semana. Mientras, continúan los debates, la organización en comisiones, las actividades, etc.

Entre 100 y 150 personas han irrumpido esta mañana en los claustros y patios del edificio histórico de la Universidad de Barcelona (UB) y han obligado a suspender la reunión del consejo de gobierno de esta universidad. Entre los protestantes había estudiantes y profesores que participan en el campamento de indignados de plaza Catalunya. Otro problema que están discutiendo, vía Twitter, es qué harán los acampados si el próximo sábado el Barcelona gana la Champions League y las celebraciones que se darán en la zona.

Sevilla

En la capital andaluza, los 'indigandos' siguen acampados tras las elecciones. Su número se ha reducido, aunque siguen activos como lo demuestran los conciertos que dieron en la acampada Kiko Veneno y Albertucho la noche pasada. Igualmente, prosiguen sus actividades y asambleas y, de momento, la protesta tiene carácter indefinido.

La acampada de la plaza de la Montañeta continúa.  Son menos que el fin de semana, pero ya han pedido a la Subdelegación del Gobierno permiso para continuar allí. Esta mañana unos 100 indignados se han manifestado en la plaza del Ayuntamiento.

En Valencia los simpatizantes del movimiento continúan acampados en la Plaza del Ayuntamiento y extienden sus movilizaciones por diversos barrios de la capital, donde llevarán a cabo una serie de concentraciones informativas y participativas. Está previsto que a lo largo de la jornada recorran enclaves como el centro histórico, el barrio de Zaidia, el Cabanyal, Benimaclet y la Universidad Politècnica de València, donde estarán en el Ágora en una reunión informativa.

Para este miércoles se ha convocado otro encuentro participativo a las 14.00 horas frente a las pistas de pádel del campus. Ya por la tarde, se reunirán en la Plaza de la Iglesia de Campanar, la Plaza del Mercado de Russafa y la de Patraix, según informa el colectivo en su página web. Los 'indignados' instan a los ciudadanos a que participen en la concentración más cercana, a la espera de que se complete la lista de distritos.

Los acampados en Murcia siguen en la glorieta de España y así van a seguir hasta el 15 de junio, según han decidido. El número ha descendido y actualmente son en torno al centenar. Su reivindicación principal sigue siendo la reforma de la Ley electoral.

En la capital aragonesa los acampados continúan con sus tiendas en la plaza del Pilar. No es la gran concentración del fin de semana, pero sí continúan a niveles de asistencia de la semana que viene. Actualmente son unos 60. Como en Huesca, continuarán, al menos, una semana más.

Siguen activas las cinco acampadas en Oviedo, Gijón, Avilés, Langreo y Mieres. Este lunes hubo cadenas humanas alrededor del parlamento autonómico y del Ayuntamiento Gijón. Desde el lunes se nota menos gente, después de que el fin de semana, entre las cinco, llegarán a sumar unas 6.000 personas. No han decidido nada sobre su permanencia, pero están pidiendo logística para los campamentos.