Plácida y reivindicativa jornada en la acampada de la Puerta del Sol madrileña, donde los 'indignados' del movimiento 15-M aprobaron varias propuestas importantes para poder seguir con su movimiento. Entre ellas, la decisión de no expandir el campamento a otras zonas que no sean el Kilómetro 0 de la capital de España, el rechazo a una posible priorización de los repartos en la comida, que beneficiaría a todos los que están trabajando en el campamento, y la más importante, que no es otra que mantener el campamento durante al menos una semana. Lo que no hubo en ningún momento fueron referencias a las elecciones municipales y autonómicas que se celebraron este domingo en España, ya que la organización consideró que no era de su incumbencia.

Las primeras horas de la mañana fueron las destinadas a limpiar la plaza, con decenas de voluntarios equipados con cepillos y fregonas para adecentar el lugar. Desde megafonía se pidió colaboración con los encargados de la limpieza, e incluso se solicitó la donación de productos que facilitasen la labor. A su vez, la organización pidió a los centenares de asistentes a la acampada que tuviesen cuidado con sus pertenencias, dados los robos que se han producido en estos días por parte de los carteristas.

El primer evento del día llegó a las 12.00 horas, con la primera asamblea de la jornada, en la que una decisión tenía en vilo a todos los partícipes del movimiento: la prolongación o no de la acampada en la Puerta del Sol, tras los rumores que apuntaban a que podría disolverse este domingo, una semana después de las manifestaciones en toda España convocadas por Democracia Real Ya. Este era el primer punto del orden del día de dicha convocatoria, y al que más tiempo se dedicó.

Finalmente, se tomó la determinación de continuar con la acampada al menos durante una semana, tras el apoyo de la mayoría de las comisiones a continuar con ello, hasta que el próximo domingo 29 sean los órganos del movimiento en pueblos y barrios madrileños los que decidan si se continúa o no. Esto último no gustó a muchos asistentes, que apostaban porque se mantuviese una asamblea general en la que se integrasen dichos grupos de distritos y municipios, para que así no perdiese legitimidad el movimiento en la plaza del centro de Madrid.

Otra propuesta tenía que ver con el abastecimiento eléctrico y la financiación del movimiento. Los organizadores revelaron que habían recibido ofertas de Inditex, por un lado, para que usasen la red eléctrica de una de sus tiendas para iluminar el campamento, y otra de Pepsi, de cara al abastecimiento de alimentos y a la financiación. Sobre lo primero, se decidió por consenso no aceptar la oferta de la firma que fundó el empresario Amancio Ortega, y se apostó por aceptar las placas solares que ofreció un particular, para que así “cundiese el ejemplo” del uso de la energía sostenible. La oferta de la compañía de bebidas ni se discutió, siendo rechazada implícitamente. Poco después se anunció que el campamento no se expandiría más allá de la Puerta del Sol, ya que se carecen de medios para ello, además de por “mantener una logística más cómoda”.

En ningún momento existió mención alguna a las elecciones autonómicas y municipales, que se celebraron este domingo en toda España, ni por parte de la organización, ni de los asistentes, que se centraron en el debate que mantenían.

Se acordó, a su vez, la creación de una nueva comisión de seguridad, ante la posibilidad de un desalojo en la madrugada del domingo al lunes por parte de las Cuerpos y Fuerzas de seguridad del Estado, dado que el campamento es ilegal, al carecer de cualquier tipo de permiso, además de la prohibición de este establecida por la Junta Electoral Central. El calor sofocante no fue impedimento para cientos de personas que acudieron al acto, y que sentadas en el suelo presenciaban e intervenían sobre las decisiones que se tomaban. La organización dispuso el reparto de agua y crema solar por toda la reunión.

La convocatoria terminó de esta forma, emplazando a los interesados a una nueva asamblea a las 18.00 horas, y con la tranquilidad instalándose en el campamento, aunque con muchos más asistentes que en la jornada matutina.

Con algo de retraso comenzó la segunda asamblea, en la que las comisiones y los grupos de trabajo de la acampada presentarían sus propuestas, para que fuesen votadas por los asistentes. Esta se inició, como ocurrió en la primera, con la lectura de un comunicado redactado por aquellos que fueron detenidos en las manifestaciones del 15 de mayo en Madrid. En dichas misivas se cargaba durante contra la Policía, llegándose a denunciar maltratos, tratos vejatorios, además de xenofobia u homofobia, por parte de los agentes de los cuerpos de seguridad, siempre según los detenidos y la organización.

Las propuestas que se escucharon en la junta fueron variadas, abarcando la mayoría de ellas la política y la economía. Las iniciativas iban desde la reducción de la jornada de 8 horas, la despenalización de la 'okupación', el fin de los contratos basura para los becarios, o las regularizaciones masivas de inmigrantes sin papeles. La polémica llegó con la petición de la comisión de cocina de distribuir comida solamente entre los voluntarios de la acampada, ya que aseguraban encontrarse "desbordados" por tantas peticiones de simpatizantes o curiosos que aprovechaban para obtener alimentos a su costa. Esto fue rechazado de forma frontal, optándose por continuar con la vía de ofrecer bocadillos, agua o fruta a todo el que lo requiriese. Además, algunos de los asistentes recordaron que todo el que está allí "forma parte del movimiento".

Los bancos y los partidos políticos fueron protagonistas en otras de las propuestas, ya que se promovió que los primeros entregasen los inmuebles vacíos que poseen por embargos (incluso se habló de que fuese el pueblo el que "expropiase" esas propiedades a las entidades bancarias), o que en los segundos no primase una financiación discriminatoria por parte del Estado, tras la denuncia de un delegado de comisión de que los partidos mayoritarios reciben más dinero que el resto. La sanidad y la educación públicas fueron otros de los aspectos destacados, y ambas fueron exigidas con vehemencia.

Por último, se volvió a advertir de los posibles desalojos de la próxima madrugada, apelando al apoyo de todos los asistentes para evitarlo, y recordando que el movimiento no es violento, y que si se dan las circunstancias para impedir la disolución del campamento, estas sean por vía pacífica. Y, una vez más, sin ninguna mención a los comicios en toda España, a pesar de que a la finalización de la asamblea habían cerrado los colegios, y se comenzaban a conocer los primeros sondeos.

Ajenos a los resultados de las elecciones autonómicas y municipales, los miles de "indignados" que llenan la Puerta del Sol han despedido la jornada electoral con una sentada muda celebrada un minuto antes de las doce de la noche, a la que ha seguido el grito unánime "¡que no, que no, que no nos representan!".

Los acampados, menos numerosos que en la noche del sábado, han vuelto a expresar su malestar con el sistema democrático y han animado a seguir en la lucha "por la tolerancia, la humildad y la conciencia colectiva".

Este ha sido el llamamiento por megafonía minutos antes de las doce de la noche, momento en que todos los congregados se han sentado y han agitado los brazos en alto, tal y como ocurrió a la misma hora el sábado.

Tras un minuto de silencio, los acampados, ya en pie, han estallado en un aplauso ensordecedor y han comenzado a proclamar los lemas del movimiento 15-M como "el pueblo unido jamás será vencido", "lo llaman democracia y no lo es" y "así, así, así vota Madrid".