Varios activistas del Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal (Pacma) se han desplazado hasta Tordesillas (Valladolid) para realizar actos de campaña electoral con el objetivo de informar a los habitantes del municipio sobre su candidatura al Ayuntamiento de la localidad vallisoletana.

Según han informado fuentes de la formación política ecologista, se repartieron folletos electorales y se instaló una mesa informativa para animar a "todos los vecinos que se sienten coaccionados y privados de libertad para expresar su rechazo a esta fiesta cruel en un pueblo que los mantiene acorralados y amenazados por posicionarse en contra de esta barbarie".

Cabe recordar que en Tordesillas se celebra todos los meses de septiembre el festejo del Toro de la Vega, en el cual decenas de mozos a pie o a caballo tratan de alancear un toro en unos terrenos delimitados en el campo. El Pacma se moviliza contra este encierro desde hace años.

"A pesar de las increpaciones, de los insultos y del menosprecio expresado por la mayoría de vecinos del pueblo, obcecados en defender una fiesta anacrónica, los miembros del Pacma no cejaron en su empeño por ejercer su derecho democrático a la información electoral", han señalado las mismas fuentes.

Asimismo, han reprochado que la Guardia Civil exigió a los activistas la identificación de cada uno de ellos y el permiso municipal necesario para realizar la campaña en la calle. "Tras comprobar que todo estaba en orden, advirtieron a los miembros del Partido Animalista del riesgo que corrían estando allí, dejando nuevamente en evidencia a un pueblo incapaz de respetar la libertad de expresión y el derecho a rechazar la tortura de la muerte", han criticado.

Con este acto, los miembros de Pacma tratan de mostrar la oposición "total y absoluta contra cualquier forma de maltrato hacia los animales". Al mismo tiempo, han animado a todos los tordesillanos que estén en contra de la celebración del Toro de la Vega a que lo manifiesten votando el próximo 22 de mayo al Pacma "para expresar en las urnas su rechazo a un festejo cruel basado en la tortura de un animal".

Asimismo, han recordado que el Ayuntamiento de la localidad declaró la fiesta como Patrimonio Cultural Inmaterial con los votos de PP y PSOE, "con el fin de blindarla y protegerla para evitar su prohibición".