El Congreso aprueba la reforma del Estatuto de Cataluña

El pleno del Congreso aprobó el jueves, después de más de seis horas de debate, el texto de reforma estatutaria de Cataluña. Con 189 votos a favor, los de PSOE, CIU, PNV, IU/ICV, CC-NC y BNG, 154 en contra (PP, ERC y EA)  y dos abstenciones, (Chunta Aragonesista y Nafarroa Bai), la Cámara baja envía al Senado la reforma del Estatut. Se prevé que en el Senado el texto no incorpore ninguna enmienda y sea aprobado para que llegue a la Generalitat. Si se cumplen estos trámites, durante el mes de junio, los ciudadanos catalanes estarán llamados a referéndum.  
El presidente Zapatero y el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba en el pleno del Congreso que ha aprobado el Estatut (Efe).
El presidente Zapatero y el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba en el pleno del Congreso que ha aprobado el Estatut (Efe).
Efe
El presidente Zapatero y el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba en el pleno del Congreso que ha aprobado el Estatut (Efe).

El debate del Estatut en el Congreso se inició con las intervenciones de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy.

De la Vega destacó que esta reforma va a "dejar huella en la democracia". Por su parte, Mariano Rajoy defendió que el Estatut es el primer paso para desmantelar el Estado posterior a 1978.

La votación

La votación se realizó en voz alta a petición del Grupo Popular, el mismo procedimiento que se utiliza en las sesiones de investidura y las mociones de censura.

El motivo: que todos los diputados, incluidos los dirigentes socialistas que criticaron el texto, "se retraten".

De esta forma, los secretarios de la Mesa fueron llamando uno a uno a los 350 parlamentarios que se pusieron en pie para expresar de viva voz el sentido de su voto.

Anécdotas

Durante este largo proceso se registraron algunas anécdotas.

Entre ellas, los aplausos que cada grupo dedicó a sus líderes, especialmente a Rajoy y Zapatero, o la ovación y comentarios dedicados Alfonso Guerra y al Ministro de Industria, José Montilla, al manifestar su voto afirmativo.

Otro de los momentos comentados ha sido cuando un diputado del PP ha llamado "gilipollas" al nacionalista Josep Antoni Duran i Lleida, término que, según ha ordenado, el presidente del Congreso, Manuel Marín, no quedará recogido en el Diario de Sesiones.

En otro instante, la diputada de Eusko Alkartasuna, Begoña Lasagabaster, estaba en el uso de la palabra y era interrumpida por el diputado del PP, Carlos Aragonés. Entonces, su vecino de escaño, José Antonio Labordeta, de la Chunta Aragonesista (CHA), trató de hacer callar con gestos airados al parlamentario 'popular'.

"Tranquilo, José Antonio, tranquilo, que nosotros tenemos más clase para afrontar estas situaciones", zanjó Lasagabaster, calmando al veterano parlamentario y cantautor.

Reuniones paralelas

  La ausencia de Zapatero al comienzo del debate ha sido uno de los puntos más comentados.

De hecho, en su exposición Rajoy lo ha utilizado para acusar al Presidente de no tener "vergüenza torera de subirse aquí a debatir con el líder de la oposición".

Y, ¿qué hacía Zapatero?

Posteriormente se ha conocido que su retraso se debió, entre otras cosas, a la reunión de más de media hora que mantuvo en su despacho de la Cámara Baja con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall.

El presidente de la Generalitat destacó que este encuentro ha servido para "confirmar la absoluta identidad de criterios" sobre el Estatut.

Además, Zapatero aprovechó la sesión para conversar durante unos minutos con el líder de Ciu, Artur Mas, en los pasillos del Palacio de la Carrera de San Jerónimo.

Entre los asuntos de los que hablaron en una charla muy distendida hubo una referencia a las veces en las que ambos habían sido citados durante el debate.

Según comentó posteriormente Mas, Zapatero dijo que el líder de CiU había sido citado en más ocasiones que él mismo.

También hubo tiempo para hablar de otros temas en los corrillos del pasillo, como el partido del sábado entre el Barcelona y el Real Madrid.

Reacciones

Tras la aprobación de la reforma del Estatuto de Cataluña, las reacciones no se hicieron esperar.

Maragall afirmó que mantiene su "confianza" en que ERC se acabe sumando al consenso estatutario en el trámite del Senado.

Finalmente, diputados, líderes parlamentarios y miembros del gobierno de Cataluña "brindaron" con cava catalán por el Estatut al término del debate, en una recepción convocada por el presidente de la Generalitat en el hotel Villa Real, al lado de las Cortes.

En la recepción se dejaron dirigentes del PSOE como Alfredo Pérez Rubalcaba, Diego López Garrido o Ramón Jáuregui, o la ex ministra Carmen Alborch, a diferencia del PP, que no ha querido enviar a ningún representante a la celebración.

Quienes sí estaban eran los diputados de ERC Joan Puigcercós, Joan Ridao, y el conseller primer, Josep Bargalló, cuyo rechazo al Estatut aprobado no ha impedido su presencia.

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