Tal vez en el futuro, y en beneficio del planeta, todos los ladrillos sean una basura; más concretamente estén hechos de basura. Igual que existen ya bolsas y maletas hechas con botellas de agua embotellada, van a existir ladrillos fabricados con residuos, en este caso con escombros y residuos industriales.

Se trata de un proyecto que está desarrollando la Universidad Pública de Navarra en colaboración con la Universidad de Glamorgan (País de Gales), la Cyprus University of Technology (Chipre) y la University Technology Mara (Malasia).

Están asimismo implicadas en él empresas de Navarra y del País de Gales que tienen interés en la gestión y reutilización de sus residuos industriales.

La idea básica de los expertos de las cuatro universidades es recoger escombros y desechos industriales y de obra; compactarlos; tratarlos; y generar así un nuevo ladrillo mucho más ecológico.

El proyecto pretende reutilizar los residuos para fabricar diversos materiales de construcción como ladrillo o adoquín, empleando para ello procesos de fabricación en frío.

Las virtudes del nuevo sistema son muchas. Por un lado, reduce notablemente la cantidad de residuos depositados en vertederos.

Por otro, se trata de un proceso más sostenible desde el punto de vista medioambiental, ya que se evita la cocción de materiales y el uso de hornos típicos de la fabricación tradicional de ladrillo, con el consiguiente ahorro de energía.