Vetusta Morla y Russian Red: los regresos más esperados, a la par

  • Vetusta Morla y Russian Red fueron las grandes revelaciones de 2008 y 2009 gracias al boca a boca y al poder de las redes sociales.
  • Ahora, ambos se enfrentan al mismo tiempo a la prueba de fuego de su segundo disco.
Los componentes de la banda madrileña Vetusta Morla.
Los componentes de la banda madrileña Vetusta Morla.
Efe
Los componentes de la banda madrileña Vetusta Morla.

Mapas es la esperada continuación del aclamado debut de Vetusta Morla, Un día en el mundo. La banda madrileña está en boca de todos. También lo está Russian Red, nombre artístico de Lourdes Hernández, que es tan cándida, magnética y cercana como sus propias canciones. Acaba de lanzar su segundo álbum, Fuerteventura. Tanto  los primeros como la segunda nos hablan sobre sus nuevos trabajados.

Vetusta Morla: "El término 'indie' ya ha perdido valor"

¿Se notó la presión a la hora de afrontar este segundo disco?

No hemos sentido esa presión mediática porque no hemos estado en el candelero durante el último año. Lo que sí hay es la autoexigencia de hacer un buen disco.

¿A veces se han sentido como en medio de una corriente, como dejan ver en su primer single, En el río?

No demasiado. Nunca nos hemos sentido como celebridades. Es verdad que hay esa corriente que zarandea las canciones, pero no a nosotros. Estamos tranquilos y llevamos una vida de lo más normal. Además, el éxito llegó de manera paulatina, pues ya venían ocurriendo cosas que nos fueron preparando para asumir cada paso de manera natural.

¿Llegaron ofertas jugosas para este segundo álbum, como ocurrió con Russian Red?

Ni una sola. Si hubiéramos buscado, quizá habrían llegado algo, pero no ha sido así.

En ese sentido, vuelven a apostar por su propio sello, Pequeño Salto Mortal. ¿La autoedición es el camino?

No sabemos si es el camino, pero sí que es nuestro camino. Es solo una posibilidad que tiene una ventaja: está disponible para cualquiera.

Para su primer disco se tomaron mucho tiempo. Sin embargo este ve la luz tras un proceso de composición mucho más corto...

Entonces compaginábamos los ensayos con nuestros trabajos. Fueron muchos años, sí, pero en tiempo efectivo hemos dedicado más a Mapas. Estar un año y pico centrados únicamente en el grupo es un auténtico lujo.

¿En qué ha cambiado musicalmente Vetusta Morla?

Ha evolucionado mucho. Hay mayor riqueza instrumental, las canciones han cambiado de paisajes, se nota que hemos grabado a la vez, con una mesa analógica...

Las letras también son más concretas, menos crípticas.

Sí, estamos de acuerdo. Hablan más del aquí y el ahora, son más domésticas. Esperemos que la gente no busque metáforas donde no las hay.

Siempre han apostado por el castellano para las letras.

Al principio teníamos alguna canción en inglés, pero nos dimos cuenta de que para expresar lo que queríamos las palabras que necesitábamos eran las de nuestro propio idioma.

¿El término 'indie' está superado? ¿Es compatible ser independiente con llegar a un público masivo?

La palabra se ha usado tanto que ha perdido su valor. El gran error de algunos es referirse al indie como un estilo musical. En nuestro caso, sí, somos independientes, porque seguimos haciendo lo que nos da la gana con la responsabilidad que eso genera.

Tienen en esta misma página a Russian Red. ¿Qué piensan de ella y de su decisión de fichar por una multinacional?

Nuestra música es muy distinta, pero es verdad que hemos llevado caminos paralelos. Somos muy amigos y nos encanta coincidir con Lourdes en festivales. Habrá tenido sus razones para tomar esa decisión, pero seguro que le sale bien, porque es una tía con un talento increíble.

Biografía: Se formaron en la localidad madrileña de Tres Cantos en 1998, aunque su primer álbum, Un día en el mundo, no vio la luz hasta 2008 a través de su propio sello, Pequeño Salto Mortal. Fue Disco de Oro. Ahora vuelven con Mapas, para el que también apuestan por la autoedición.

Russian Red: "La música es solo el paso previo antes de ser madre"

¿Por qué Fuerteventura?

Después de la gira me fui unos días a esa isla. Me fui sola, sin guitarra, y con la intención de no escribir. Pero inevitablemente lo hice. Me pareció muy significativo sentir cómo la música siempre está ahí. Con el tiempo me fui dando cuenta de que muchas de las canciones estaban relacionadas con ese momento de cambio, de mirar hacia adelante.

¿En qué consistió ese cambio?

Fue un cambio en lo personal, a todos los niveles. Me costaba reconocerme dentro de la vida que llevaba. Tuve que volver a encontrarme a mí misma, y a partir de ahí empezar a andar de nuevo con las cosas un poco más claras.

Parte de esa nueva dirección pasaba por romper con su anterior sello, Eureka...

Sí. Hubo diferencias importantes. Yo quería ser dueña de mi futuro, y si no me dejaban tenía que tomar medidas.

Eso la llevó a fichar por Sony, y a un disco para el que ha contado con muchos más medios. ¿Cómo influyen en el resultado?

Creo que a la vista está. Solo tengo buenas palabras para la gente con la que trabajo: el productor, Tony Doogan, los músicos... Al final, no trabajas con compañías, sino con gente. El resultado final es maravilloso. No he perdido nada con el cambio, sino que ha sido a mejor.

En su día se le colgó la etiqueta de ‘diva del indie’. ¿Le llegó a incomodar?

La gente necesita las etiquetas para poder hablar de las cosas, pero por mi parte creo que no hay que darles demasiada importancia.

Compone en inglés. ¿Por qué?

Me sale así. Es lo que me pide para el tipo de música que hago, quizá por la fonética que tiene. Alguna vez he intentado hacer canciones en castellano, pero el problema es que no hay que intentarlo, sino que tiene que surgir de manera totalmente natural.

¿Ser joven y guapa abre puertas en esto de la música?

De la misma manera que en cualquier otro trabajo. Ni más ni menos.

¿La fama le permite disfrutar del anonimato?

Sí. No soy un rostro tan conocido, afortunadamente. No es como si saliese en una serie de televisión, por ejemplo. Es un público muy determinado el que me conoce.

Alguna vez ha dicho que su prioridad no es la música, sino ser madre.

Así es. Es muy bonito experimentar esto, pero como un paso previo antes de ser madre, a la vida seria. No quiere decir que vaya a dejar de hacer música, porque seguramente la haga toda la vida, pero tengo claro que dentro de un tiempo, el que sea, quiero llevar una vida más tranquila y familiar. Pensar eso me da cierta perspectiva.

Tiene en esta misma página a Vetusta Morla. ¿Qué opina de ellos, su carrera y de su nuevo disco?

Les tengo muchísimo cariño. Es increíble lo que han conseguido. Su carrera daría como para hacer una película.

Biografía: Bajo ese nombre (tomado de un pintalabios) está Lourdes Hernández, madrileña de 24 años. I love your glasses fue su debut en clave de folk minimalista. Tras fichar por Sony BMG publica Fuerteventura, disco para el que ha contado con los músicos de Belle & Sebastian.

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