El oficio de esquilador de ovejas es uno de los trabajos más duros, pero en tiempo de crisis supone un buen sobresueldo para trabajadores jóvenes que durante el año apenas encuentra trabajo.

"Estar agachado todo el día, durante unas doce horas, es durísimo, pero se gana dinero", asegura el salmantino Eladio Manzano, que ha ofrecido una exhibición de esquileo de ovejas durante la Feria de Ganado de Mayo celebrada en Ciudad Rodrigo (Salamanca).

Este 'motilador' compagina este oficio en los meses de primavera con su trabajo diario de taxista, al igual que otros muchos que, bien "albañiles o leñadores, aprovechan estos tres meses y medio para sacarse un buen dinero".

Los esquiladores de Extremadura y de Castilla y León comienzan la campaña desde mediados de marzo y empiezan su 'trashumancia' en la provincia de Badajoz. Según Eladio Manzano, las cuadrillas se recorren decenas de pueblos y suelen esquilar una media diaria de 800 ovejas.

Cobran en función de la raza de la oveja, ya que "hay algunas más difíciles de esquilar, la flecha o la merina, y otras que se hacen más rápido, como la castellana". El precio medio oscila entre 1,40 y 1,60 euros.

Una cuadrilla puede llegar a esquilar unas 50.000 ovejas por temporada y cada trabajador gana, de media, alrededor de 18.000 euros en los tres meses y medio.

A pesar de la gran cantidad de esquiladores extranjeros de países del Este que cada año llegan a España para trabajar, "la competencia no es grande, ya que si no fuera por ellos muchas piaras quedarían sin esquilar".

La única evolución de este duro trabajo ha sido su mecanización, ya que antaño se esquilaba a tijera y ahora ya se hace con máquinas eléctricas, "que aligeran mucho el trabajo". Aún así "todavía quedan algunos, muy pocos, que aún las esquilan a mano con la tijera", explica Eladio Manzano.