Hoy se cumple el 30º aniversario del alzamiento militar en Argentina, con numerosos actos que recuerdan a las víctimas

Los argentinos conmemoran hoy el treinta aniversario del golpe militar encabezado por el general Jorge Rafael Videla entre llamadas a la autocrítica del presidente Kirchner y la voluntad de miles de ciudadanos, incluidos los jóvenes que no vivieron los sucesos y las madres de la Plaza del 2 de mayo, de no olvidar los momentos más tristes y tenebrosos de la reciente historia de Argentina.
A la izquierda, el dictador Videla usurpando el poder. A la derecha, una Madre de la Plaza de Mayo, demanda justicia por los desaparecidos (EFE / Reuters).
A la izquierda, el dictador Videla usurpando el poder. A la derecha, una Madre de la Plaza de Mayo, demanda justicia por los desaparecidos (EFE / Reuters).
EFE / REUTERS
A la izquierda, el dictador Videla usurpando el poder. A la derecha, una Madre de la Plaza de Mayo, demanda justicia por los desaparecidos (EFE / Reuters).

La histórica Plaza de Mayo, que hace 30 años fue testigo silencioso del golpe militar en Argentina, vuelve a ser escenario privilegiado para hacer memoria de las atrocidades cometidas durante la última dictadura.

Hace treinta años, el 24 de marzo de 1976, una Junta Militar encabezada por Jorge Rafael Videla e integrada por el almirante Eduardo Massera y el brigadier Ramón Orlando Agosti, se hizo con el poder mediante un golpe de Estado.

Entonces comenzó una dictadura que se estima pudo causar entre 9.000 y 30.000 víctimas y que no terminó hasta octubre de 1983, con la elección de Raúl Alfonsín como presidente de Argentina.

En ese escenario histórico de la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo argentino, las madres de Plaza de Mayo iniciaron ayer una vigilia que finalizó a la madrugada, a la misma hora en que los militares tomaron por asalto el poder hace tres décadas.

El acto culminó con un discurso de la presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, en el mismo paseo en el que durante todos estos años reclamaron por la desaparición de sus hijos a manos del régimen dictatorial.

Los jóvenes, entre la curiosidad y el deseo de no olvidar

La apatía y la curiosidad matizan la actitud de los jóvenes argentinos en el 30 aniversario del golpe militar, mientras que los hijos de los desaparecidos no olvidan ni perdonan a los represores de la dictadura.

De todos modos, el "nunca más" a la represión ilegal y el terrorismo de Estado está arraigado tanto en la generación nacida durante el régimen que gobernó el país de 1976 a 1983 como entre quienes siempre vivieron en democracia.

En el caso de los más jóvenes, la familia y la escuela son las principales fuentes de información y experiencias sobre lo ocurrido durante la dictadura, de acuerdo con diferentes testimonios recogidos por EFE.

"Lo que aprendí y me contaron es que el golpe fue para terminar con la guerrilla, pero resulta que después la dictadura terminó siendo peor por los secuestros y los desaparecidos", comentó Agustín Rodríguez, un estudiante de quince años.

Tras indicar que "del tema se habla mucho en el colegio y más ahora, que se cumplen 30 años del golpe", el adolescente dijo que "todos piensan que fue algo malo la dictadura, que todos la apoyaban al principio porque pensaban que iba a mejorar las cosas, pero no fue así y hoy no apoyarían esto de ninguna manera".

"La verdad, con mis compañeros de escuela no hablamos mucho de estas cosas, aunque hay algunos que sí lo hacen, sobre todo a los que les interesa la historia y la política", indicó.

Una visión muy diferente tienen los dos colectivos que reúnen a los hijos de los desaparecidos, que bajo la consigna "No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos" exigen "juicio y castigo" para todos los implicados en la represión ilegal.

"Es muy fuerte salir a la calle en estos días teniendo en cuenta que pasaron 30 años", aseguró Julio Talavera, integrante de la agrupación Hijos y cuyo padre fue secuestrado por el Ejército en 1977, cuando él tenía tres años.

Talavera, que además de perder a su papá presenció las sesiones de torturas a las que fue sometida su madre, advirtió que "las violaciones de los derechos humanos de hoy, como los presos políticos, el gatillo fácil policial y la falta de trabajo, también generan una contradicción muy fuerte".

La Escuela de Mecánica de la Armada

Otro escenario privilegiado para recordar el golpe será la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó el mayor centro clandestino de detención, que se convertirá en un museo para recordar la lucha de las organizaciones defensoras de los derechos humanos.

Allí, en un acto convocado bajo el lema "Nunca más", pronunciará un discurso el ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989), el primer mandatario tras la vuelta a la democracia.

Los actos de conmemoración y homenaje a las víctimas de la represión se multiplicarán en distintos lugares de Buenos Aires y del interior de Argentina.

Además, tendrán lugar decenas de actividades culturales en la capital argentina, una marcha de organismos por los derechos humanos entre la sede del Parlamento y la Plaza de Mayo, y otra convocada por la agrupación Confluencia Argentina.

El presidente argentino, Néstor Kirchner, dijo ayer que espera que hoy, que no será jornada laboral, sea "un día de recogimiento, de mucho pensamiento sobre por qué pasó esto a los argentinos".

"Que podamos hacer un análisis histórico que nos permita construir el país que nos merecemos, con memoria, justicia y verdad, pero sin odio y sin venganza", afirmó hoy el mandatario.

Esta previsto que Kirchner y su gabinete de gobierno asistan este viernes a un acto en el Colegio Militar, a las afueras de Buenos Aires, donde las autoridades castrenses y cadetes de las Fuerzas Armadas recordarán el golpe.

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