La directora general de Teatres de la Generalitat Valenciana (TGV), Inmaculada Gil Lázaro, ha achacado el "agujero" económico de la entidad a las dos pólizas de crédito que solicitó por indicación de sus superiores y avaladas por el Instituto Valenciano de Finanzas, así como a "los intereses que eso va generando" y a los "recortes tras recorte" que sufren las administraciones públicas desde 2008.

Además, ha defendido que si bien "hubiera sido más fácil a lo mejor cerrar los teatros o suspender las subvenciones como en otras muchas comunidades", ella siempre ha querido "crear un equilibrio presupuestario" con los fondos disponibles y que, de hecho, ha logrado tener "totalmente equilibrado" el presupuesto de personal, gasto corriente y ayudas y subvenciones, con entre tres y cuatro millones para cada uno de esos capítulos.

Así lo ha señalado este martes en la presentación del espectáculo 'Imprebís', al ser preguntada por la deuda de cerca de diez millones que acumula Teatres. Según ha dicho, "todo ese histórico que siempre sale reflejado en las auditorias viene de las distintas pólizas de crédito que se han tenido que pedir", una de ellas para el musical 'Bienvenido Mister Marshall', que no estaba presupuestado.

También ha aludido al "gasto impresionante" que suponía acondicionar La Nau para 'Sagunt a Escena' y a la producción de un millón de euros que se encontró firmada con Bambalina Teatre y Jácara, que finalmente costó "alrededor de 500.000 euros" gracias a que "gestionaron el dinero de una manera bastante racional".

Así, en 2010 decidieron limitar el certamen a su ubicación general en el Teatro Romano de Sagunto, como sucederá también este año.

En cuanto al escrito con 400 firmas presentado por profesionales valencianos de las artes escénicas para pedir su dimisión y oponerse a una supuesta gestión "errática, nefasta, oportunista, incoherente, opaca e inviable", ha comentado que no se ha defendido de esas "acusaciones" contra su "persona" por tener "mucho trabajo".

"A veces tenerse que defender de un documento tan largo, tan complejo y tan lleno de inexactitudes quita tiempo para trabajar y nosotros tenemos que abrir cuatro teatros diariamente y, entre otras cosas, atender al sector teatral y coreográfico", ha sentenciado.

Ha remarcado que, a su llegada a Teatres en 2007 tras la destitución de su predecesor, se encontró con un presupuesto "comprometido en exceso" y tuvo que pedir a finales de año una póliza de crédito de la que "arrancan todos los arrastres económicos".

Solo un año "de respiro"

Ha insistido en que, desde ese momento, solo ha intentado "equilibrar ese presupuesto" en unos ejercicios en los que "solo" ha "tenido un año prácticamente de respiro", 2007, cuando pudieron crear contratos programa con las cuatro compañías más emblemáticas de la Comunitat, los espacios asociados y el centro de producción teatral.

"Ni he perdido un gramo de ilusión ni un gramo de mi apuesta por el teatro y por la danza valenciana", ha recalcado Gil Lázaro, quien ha indicado que su "misión" es "dignificar" ambas disciplinas. "En ello estoy y en ello seguiré mientras se me deje seguir", ha dicho.

Ha lamentado asimismo algunas de las "decisiones drásticas" que ha tomado, como cerrar L'Altre Espai" porque "era insostenible el contrato que se había negociado" o la sala Matilde Salvador porque "el presupuesto estaba hecho para tres teatros o cuatro, al contar con el Arniches de Alicante", entre otras.

También ha destacado el agravamiento de la "bola" de "recortes tras recorte" iniciada en 2008 con una disminución presupuestaria del 30 por ciento, a causa de los ajustes a mediados de año sobre el presupuesto inicial de cada ejercicio y de los impagos que sufren porque "no hay liquidez en las instituciones para abordar los pagos".

Gil Lázaro ha negado que los actores estén "ninguneados" y ha defendido el trabajo realizado desde el centro de producción teatral, cuya línea de trabajo queda fijada por "un grupo de destacados, reconocidos y prestigiosos directores valencianos", no por ella.

En este punto, ha hecho hincapié en que "no hay ningún tipo de listas negras". "Jamás ha habido listas negras, al menos que yo sepa o que yo haya dictado. Creo que las listas negras las hacen otros que al no estar, ponen a los que están en listas negras", ha agregado.

Es más, ha indicado que "si en otras épocas de Teatres han sido otros directores los que han tenido la oportunidad de una tras otra vez poner una producción en marcha, ahora hay otros directores, hay diversidad". "Los resultados están ahí y nadie los puede negar" y además, "el público ha refrendado la labor realizada", ha zanjado.

"no ha habido ninguna dimisión"

En cuanto a la reciente dimisión del subdirector de Teatres, Aquilino Medina, encargado del área económico-financiera de este organismo, ha aclarado que "no ha habido ninguna dimisión por su parte", sino "una extinción voluntaria de su contrato porque a principios de diciembre" la consellera de Cultura, Trini Miró, le comunicó que "necesitaba a Medina en otras competencias de Cultura".

Gil Lázaro ha explicado que ese cambio de responsabilidades se ha "dilatado en el tiempo" porque Medina "contrajo matrimonio" y después, "causó baja por una larga enfermedad".

"No es ni más ni menos que la consellera lo necesita en otro departamento de su Conselleria", ha recalcado Gil Lázaro, quien ha asegurado que fue ella quien lo propuso para "abordar la reestructuración del departamento de administración y finanzas" de Teatres en enero de 2010 porque le conocía de la época en que la Conselleria agrupaba Educación, Cultura y Deporte.

Además, ha apuntado que únicamente tuvo con Medina las "desavenencias propias" de quien trabaja en equipo todos los días.