Las empresas de casting buscan caras anónimas para cine y tele

  • El cine y la televisión no solo buscan estrellas: empresas de 'casting' rastrean en busca de rostros desconocidos y la demanda de figurantes no cesa.
  • Así son estos dos mundos del sector audiovisual.
Rodaje de la serie de televisión Serrallonga, con un grupo de figurantes.
Rodaje de la serie de televisión Serrallonga, con un grupo de figurantes.
Rodaje de la serie de televisión Serrallonga, con un grupo de figurantes.

Una Blancanieves en la España de los años veinte y con Maribel Verdú de madrastra. ¿Interesante, no? Pues será la próxima película del autor de Torremolinos 73, Pablo Berger, que este verano rodará una versión del cuento para la que solo falta... Blancanieves.

A eso, a encontrar a la actriz que le dará rostro, dedican su día a día ocho personas por media España. Coordinadas por Rosa Estévez, buscan a una niña y a una adolescente que encarnen a dos Blancanieves de edades distintas. Según Estévez, requerirán "enorme expresividad, grandes ojos, inocencia y aspecto racial". También conocimientos de danza, "porque la niña que conoce esa disciplina tiene más capacidad de concentración".

Tras 15 años en la profesión y trabajos como Mortadelo y Filemón, Estévez dice que "buscar rostros desconocidos es agotador": "Encuentras a gente que no conoce el medio y a la que hay que explicar muchas cosas. Todo se hace muy pesado, y con niños es aún peor". ¿Va más gente a los castings por la crisis? "Algo hay, conozco parejas en una situación límite y que con Blancanieves ven que lo de la niña artista puede funcionar. Pero es una minoría: para salir de pobre, el niño debe ser superstar", asegura Estévez.

Llenar una producción

No es el único caso: cada día, una película, una serie de televisión o una campaña publicitaria busca nuevos rostros. Y algo más: también figurantes, desconocidos que presten su físico para "llenar" una producción audiovisual. Manifestaciones, batallas o simplemente calles repletas en la pantalla los necesitan.

Vayamos con un caso práctico: Torrente 4. Lethal crisis. Para llenar el particular mundo del antihéroe nacional, Santiago Segura necesitó a 2.500 figurantes. Además de gente normal, el director clamaba por un millar de personas... especiales. ¿A qué llamamos figurantes especiales? Iván Armesto, director de ASG Figuración (empresa de figuración de Torrente 4, ¿Para qué sirve un oso? o Vicky Cristina Barcelona), los define como "gente auténtica con un perfil especial": "Para Torrente, por ejemplo, eran chicas espectaculares y tíos con pinta de presidiario".

Armesto también recuerda como para Cenizas del cielo tuvo que ir a una comuna perdida porque el director "no quería gente disfrazada, sino auténticos hippies", o su particular búsqueda de submarinistas para El orfanato, "porque no todo el mundo sabe tirarse de espaldas al agua desde un barco, ¿no?", explica.

Para satisfacer esas necesidades, el archivo de ASG tiene registradas a 13.000 personas. Estudiantes, parados o jubilados que quieren sacarse un dinero: lo mejor para cualquiera de ellos, convertirse en fijo. Mientras que en cine un figurante trabaja unos diez días como máximo, en el pueblo del Doctor Mateo son los mismos capítulo tras capítulo, lo que aumenta la verosimilitud. Los directores lo saben: Gonzalo Suárez explica que "cuando miras Las Meninas te impactan los personajes de delante, pero después te fijas en los detalles. En el cine pasa lo mismo: para pintar un buen plano has de llenarlo de cosas, matices, personas".

Una de esas personas es el portavoz de la Asociación Profesional Española de Figurantes, Jordi Jordi. Un nombre ficticio por temor a represalias: "La selección de figurantes", dice, "se hace casi siempre a través de intermediarios y denunciar sus abusos provoca listas negras. Salir en una película suena a caramelo, pero a veces está envenenado...".

Derechos y obligaciones

Fundada en 2002 en Cataluña, la primera asociación española de figurantes surgió para hacer frente a "condiciones laborales muy graves", explica Jordi. "Se trabajaba muchísimo, sin seguridad social, con horarios agotadores, condiciones extremas y discriminación. Era un mercado negro, un submundo, y nos asociamos 300 personas. Tras firmar un convenio con la Televisió de Catalunya entendimos que podríamos extendernos".

Sus primeros objetivos, aplicar el artículo 43 del Estatuto de los Trabajadores, y que sea directamente la productora audiovisual o una ETT la contratadora. Además, la asociación pretende firmar un convenio que clarifique horarios, condiciones mínimas de trabajo e imponga un trato común con el resto de los miembros del rodaje.

Aunque la demanda en publicidad ha bajado, cine y televisión siguen siendo buenas fuentes de empleo. "Hay ciclos", dice Jordi, "pero no baja nunca del todo. Vivir de esto es complejo, pero complementa pensiones o subsidios". Un figurante en Madrid gana unos 25 euros al día, que en Valencia o Barcelona se convierten en algo más. Poco, pero un dinero para ir tirando: "Si trabajas un mínimo de ocho horas", explica Jordi, "están obligados a darte comida. Así, además de ganar un dinero, ahorras en comer". Lo dicho: los rodajes ayudan a sobrevivir.

Consejos para un currante esencial

El figurante tiene obligaciones y derechos: saber manejarse en un plató o no mirar nunca a la cámara ("Tenemos que ser vistos, pero que no nos reconozcan") están entre las primeras; entre los segundos, el alta en la Seguridad Social por cada día trabajado. "El paro o la pensión se alarga por cada día", explican desde la Asociación de Figurantes, "y puede trabajarse como figurante con una invalidez parcial o estando jubilado. Hay que reclamarlo para aclarar el sector".

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