El jefe de Cirugía Plástica del citado hospital, Francisco Javier Gabilondo, ha comparecido para explicar la operación quirúrgica, "más espectacular que difícil", según dijo, practicada la semana pasada a esta mujer.

La paciente, que hace vida normal aunque permanece hospitalizada, ha pedido permanecer en el anonimato, pero desea que se conozca su caso para animar a las personas que se encuentran en una situación similar a que acudan a un centro sanitario para posibilitar un diagnóstico precoz.

Cuando esta mujer acudió al servicio de Endocrinología de Cruces, presentaba un caso "excepcional y complejo" de obesidad mórbida.

Los médicos descubrieron que la mujer había vivido los últimos cinco años con un faldón o delantal abdominal de 60 kilos que le llegaba a los pies y le impedía trabajar con normalidad.

La mujer se desplazaba con grandes dificultades y para dormir debía colocar dicho faldón encima de una mesa.

Según explicó Gabilondo, la presión que tuvo que aguantar ese órgano durante la primera fase de la operación fue como un embarazo de trillizos "en cuestión de unas horas", y añadió que, una vez superada con éxito, quedaba la reconstrucción de la pared abdominal, en la que se aplicó una técnica novedosa.

En total, la paciente estuvo en el quirófano desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde.

En este momento, la paciente está sometida a rehabilitación, ya que también padecía atrofia muscular en las piernas y ha tenido que aprender a andar sin peso.

La explicación sobre cómo una persona en el mundo occidental y en el siglo XXI llega a esa situación está relacionada, según aventuró Gabilondo, con "el miedo, con el terror instalado dentro del propio cuerpo. Se trata de una situación psíquica muy compleja, en la que no se avistan soluciones y acabas metido en un caparazón".