Las restricciones impuestas por el Gobierno chino a la compra de una tercera vivienda para frenar la 'burbuja' inmobiliaria y su reforzamiento por las autoridades de Shanghai ha llevado a muchos matrimonios a falsificar actas de divorcio para duplicar el número de familias, según ha informado la agencia Xinhua.
Según la nueva regulación, además de que quienes compren una tercera no podrán acceder al crédito, en Shanghai el gobierno municipal estableció que desde el 7 de octubre solamente las familias residentes podrán adquirir una segunda y quienes violen la normativa no podrán registrarse como propietarios.
Para esquivar la ley, algunos matrimonios han utilizado falsos documentos de divorcio para acreditar que ya son dos familias en lugar de una y así poder poseer dos propiedades, ha hecho público el periódico China Daily.
Según el Shanghai Morning Post, cinco empresas dedicadas a la falsificación de documentos en la ciudad, han afirmado que el número de clientes que solicitaban actas de divorcio ha aumentado e incluso algunos llegaban a por ellas acompañados de agentes inmobiliarios.
Un empleado de una compañía de fabricación de documentos falsos ha revelado al diario que el coste de un acta de divorcio suele ser de 45 dólares (30 euros) pero que si se hacen para los dos, se venden con descuento, a 65 dólares (50 euros) en total.
Las autoridades recuerdan que las actas de divorcio, que se distinguen de las falsificadas por los números de serie, deben llevar también el sello de antifalsificación.
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