El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, denunció hoy que "el veto" del Gobierno vasco al proyecto de construcción del Guggenheim Urdaibai constituye "un nuevo castigo" del Ejecutivo de Patxi López a Bizkaia. No obstante, aseguró que la Diputación está "abierta" al acuerdo, a pesar del "grave episodio de deslealtad institucional", y se reserva "cuantas iniciativas estén en su mano para que esa decisión de bloqueo no sea definitiva".

El diputado general vizcaíno se pronunció de esta manera tras conocerse el plan diseñado por el Gobierno autonómico para la comarca vizcaína y su intención de no respaldar la ampliación del Guggenheim en Urdaibai, en un comunicado en el que la Diputación aclara su posicionamiento al respecto.

En primer lugar, la Diputación precisa que este proyecto "es de la Fundación Guggenheim Bilbao", no de la entidad foral, y que "su viabilidad está sustentada en el Plan Estratégico aprobado por la unanimidad del Patronato de la Fundación". Según indicó, "su veto por parte del Gobierno vasco supone la paralización y modificación del Plan Estratégico", por lo que esta decisión "deberá ser argumentada y sustentada" por el Ejecutivo en el Patronato.

"Los representantes de la Diputación Foral de Bizkaia en la Fundación han sido y siguen siendo partidarios de su continuidad. Seguir dando pasos adelante según lo previsto (con el concurso internacional de ideas arquitectónicas). El veto del Gobierno vasco lo impedirá", añade.

Los responsables forales insisten en que se trata de un proyecto "estratégico para Busturialdea, para Bizkaia y para Euskadi", que supone "la prolongación y la continuidad del Museo Guggenheim Bilbao.

Asimismo, la Diputación recuerda que el propio José Luis Bilbao remitió, el pasado 3 de febrero, al lehendakari una carta en la que "abría su agenda y mostraba su inequívoca voluntad de llegar a un acuerdo en el que todos nos sintamos reconocidos" en relación al proyecto de ampliación en discontinuidad del Museo Guggenheim Urdaibai. En la misma, de igual forma, establecía el compromiso de la Diputación vizcaina de "no entrar en polémica pública alguna sobre el proyecto".

Sin embargo, asegura, "a fecha de hoy", la Diputación de Bizkaia no ha recibido "respuesta alguna" por parte del Gobierno vasco a esta misiva.

No imponer,

Ni impedir

El comunicado explica además que la Diputación Foral de Bizkaia ha mantenido durante este tiempo contactos con representantes del Partido Popular dirigidos a "llegar a un acuerdo amplio en la materia". Ambas partes, asegura la Diputación, alcanzaron "un consenso básico en torno al principio de 'no imponer, no impedir', principio que estaba previsto presentar al Gobierno vasco en el momento que esta institución se aviniera a entablar lo que el propio lehendakari había anunciado de un diálogo sereno".

"No imponer suponía que no se forzaría al Gobierno vasco a votar favorablemente al proyecto de Urdaibai. Es decir mantener su postura de reserva. Y no impedir significaba no utilizar el derecho de veto que asiste a los patronos fundadores, para que el proyecto diera un paso más convocando un concurso internacional de ideas arquitectónicas", detalló.

De esta manera, se pretendía que, "una vez visto y conocido un proyecto tangible, conocido su coste real, su impacto medioambiental, su gestión cultural, etc, se diera el paso definitivo de construcción o no". "Es decir, que no se vetaran las ideas pues a partir de éstas se desvelarían las principales incógnitas -coste económico, modelo arquitectónico, etc- que darían pie a una decisión definitiva", apunta la Diputación.

En este sentido, la administración foral, en virtud del convenio suscrito con el Museo Guggenheim Bilbao para financiar los estudios previos que posibilitaran el impulso del proyecto en Urdaibai, se comprometía a que el Gobierno vasco "no viera implicada su política presupuestaria con esta iniciativa".

En este contexto, la Diputación Foral de Bizkaia afirma no entender las razones por las que el Gobierno vasco "ni tan quiera ha contestado a la sincera voluntad de acuerdo trasmitida por el diputado general al lehendakari". De igual forma, considera "inentendible" que el Ejecutivo "haya rechazado, sin tan siquiera mediar comunicación alguna, sumarse a un amplio acuerdo respaldado también por su 'socio preferente' en el Parlamento Vasco".

Además, censura que se usen "datos distorsionados", como los relativos al "presunto coste económico", para argumentar "una negativa que no obedece a criterios objetivos de responsabilidad pública".

"politica de bloqueo"

A su entender, "sólo es comprensible el ejercicio de veto desde una perspectiva política de bloqueo, de impedir el desarrollo de un proyecto que es de gran relevancia para Bizkaia". En esta línea, advirtió de que esta "decisión política penaliza al conjunto de la sociedad vizcaina", al "impedir unilateralmente y sin justificación razonada avanzar en la búsqueda de nuevas oportunidades para su desarrollo futuro".

Los responsables forales anunciaron que la Diputación, "en defensa de los intereses de este territorio y de cuantos viven y trabajan en él", se reserva "cuantas iniciativas estén en su mano para que esa decisión de bloqueo no sea definitiva y determinante, apelando una vez más al acuerdo, al que esta institución sigue abierta a pesar del grave episodio de deslealtad institucional al que se ha visto sometida por parte del Gobierno vasco".