Pedrerol: "Ver 'Punto Pelota' tras mi marcha fue como encontrar a alguien sentado en tu sofá"

El periodista Josep Pedrerol posa durante la presentación de El Chiringuito de Jugones.
El periodista Josep Pedrerol posa durante la presentación de El Chiringuito de Jugones.
ATRESMEDIA
El periodista Josep Pedrerol posa durante la presentación de El Chiringuito de Jugones.

El periodista deportivo Josep Pedrerol, tras su polémica salida de Intereconomía, ha trasladado el formato de Punto Pelota a El Chiringuito de Jugones. Misma fórmula, mismo equipo y mismo horario pero distinta cadena: Nitro. El grupo Atresmedia acoge el controvertido espacio tras brindarle una primera oportunidad con el espacio Jugones a mediodía, que compite directamente con Los Manolos de Cuatro.

El Chiringuito de Jugones es una copia de Punto Pelota.

El formato no puede cambiar porque hemos recuperado el mismo equipo así que la esencia es la misma: un programa de tertulia plural, con información y ese punto de show que siempre ha tenido. La esencia hay que mantenerla como sea, es la clave.

¿Cómo ha vivido la etapa de transición desde su salida de Intereconomía hasta la confirmación de Nitro?

No he tenido tiempo ni de asimilarlo, ni para pensar qué estaba pasando realmente. Ha sido el mes más frenético que he vivido en los últimos años por un cúmulo de sensaciones: dolor, decepción, mosqueo e ilusión. Al principio me preguntaba con preocupación qué estaba pasando y por qué pero al día siguiente me di cuenta de que estábamos vivos y la gente nos quería. El día que acabó la aventura de Intereconomía, en las redes sociales fue un espectáculo con 100.000 tuits. Ese día nos dimos cuenta de que algo estábamos haciendo bien, que la gente nos quería con nuestros errores y aciertos, que les resultamos cercanos y que nos hemos convertido en parte de su familia, con quien se olvida de sus problemas a las doce de la noche. Lo mejor de este tiempo ha sido estar en contacto con la gente, ir a cenar a las 22.00 horas y no tener prisa, ver la tele a medianoche que es algo que no hacía en mucho tiempo y ahora entiendo por qué nos elegían a nosotros, —ríe—.

Finalmente se decantó por Atresmedia, un grupo líder. ¿Es esto un punto de apoyo o de presión?

Es la continuidad de una apuesta. El grupo Atresmedia apostó por mí en septiembre para hacer Jugones a las 15.00 horas y esa apuesta en deportes continúa ahora en Nitro con El Chiringuito de Jugones y todo mi equipo. Se trata de cerrar el círculo: lo que empezamos en la sobremesa con un programa informativo, lo redondeamos con una tertulia a las doce de la noche. Esto indica que Atresmedia apuesta más por el deporte que hace un tiempo. Me siento muy respaldado por esta casa, que es muy grande. De hecho, no me acostumbro, yo que vengo de un sitio más pequeño, sigo alucinando con la cantidad de departamentos y trabajadores que hay.

Desprende entusiasmo, ¿es la clave de la vida?

Sí, no sé vivir de otra manera. Tampoco entiendo de otra manera esta profesión. Salir a empatar no vale, hay que salir a ganar y cuando ganas, a golear. Me lo tomo como un partido de fútbol pero en una etapa muy distinta. Antes éramos líderes cada noche en el deporte con picos de hasta un 16 % del share y ahora tenemos que empezar de cero. La gente necesita un proceso de adaptación, que espero que no sea largo, para que sepan dónde estamos ahora.

Arrancan de nuevo pero con una gran ventaja: los 420.000 seguidores con los que ya contaban en Twitter antes de empezar. ¿Cómo interpreta estas cifras?

Flipo un poco, no lo entiendo mucho porque tampoco tenemos un 18 % de share, cuando lo tengamos será la leche, —bromea—. Sé que estamos muy cerca de la gente, hemos conectado bien a través de las redes sociales y la gente joven nos ha ayudado mucho. Por eso se llama El Chiringuito, así éramos y lo seguimos siendo. Algo con pocos apoyos, pequeñito, con escasos medios pero con muchas ganas e ilusión. Queremos transmitir que estamos más cerca de la gente que de los jefes. Al final, este espacio es un fenómeno social, para bien y para mal, está en la calle y en las redes sociales y dicha repercusión lo demuestra.

¿Cómo definiría la esencia del programa?

Es sincero, somos un grupo de gente que va de cara, que se equivoca y acierta... El éxito de El Chiringuito es la naturalidad, que es lo único que no se puede copiar. Aquí no tenemos guión, nos manejamos como somos y sobre todo formamos una familia. Todos los tertulianos han recibido ofertas para irse y no se ha ido ninguno. Además creo que el espectador se siente parte de esta historia porque por la calle me preguntaban '¿Dónde iremos?'

¿Llegó a ver Punto Pelota después de su marcha?

Vi cinco minutos.

¿Qué le pareció?

Fue como entrar en el salón de tu casa y que otra persona estuviera sentada en mi sofá. Y te preguntas: '¿Qué haces en mi casa, en mi sofá, por qué coges la cubertería?' Porque esa casa la hemos hecho todos, poner el césped fue una idea propia, quería banquillos en lugar de mesas, todo fueron ocurrencias que nosotros fuimos construyendo poco a poco y lo vimos crecer. Hay gente que cree que la marca está por encima de las personas, que un decorado está por encima de la gente y eso es un error. Las caretas se quitan rápido en la tele. Fue como ir a ver a Martes y Trece y que no estuvieran ni Josema ni Millán. Mucha gente me decía: 'Josep, eso no es Punto Pelota'. La sensación fue un poco desagradable.

¿Cree que volverá tras su retirada por los malos resultados de audiencia?

Creo que no vuelve.

¿Qué respondería a los que opinan que su programa es más gresca que análisis?

Que no saben de esto, —ríe a carcajadas—. Nuestro programa ha pillado con el pie cambiado a muchos periodistas que daban lecciones con discursos insoportables sobre cómo funciona esta profesión. Creo que la gente ha entendido a través de El Chiringuito que el periodismo es otra cosa, que ya no valen los discursos sin respuesta, que la gente nos puede replicar. Quitó el púlpito a muchos telepredicadores, a quienes ha desenmascarado.

¿Se incorporarán nuevos colaboradores?

El gran fichaje es que estemos toda la familia y luego creceremos pero poco a poco. Sí adelanto que el primer mes va a haber tres invitados fantásticos que van a ser tres pelotazos.

¿Alguno del Real Madrid?

Sí.

¿Que acaba de ser padre —en alusión a Iker Casillas—?

Ya me gustaría, Iker tiene una buena entrevista. Esta temporada es muy importante para él y tiene que decidir su futuro.

¿A quién le gustaría callar con la expresión 'punto pelota'?

Callar no, pero una vez te ves envuelto como protagonista en un lío como este, te das cuenta de que en periodismo se debería contrastar más las informaciones y eso lo asumo como mea culpa. A veces tienen razón los que nos critican. Pero también he visto cosas publicadas que me han hecho pensar 'me podrías haber llamado por lo menos'. Pero callar no, defiendo la libertad de expresión y pido que no nos cierren la puerta para ir a trabajar y que los empresarios paguen a los trabajadores.

¿Espera cobrar lo que le debe Intereconomía?

Si cobro no será por la voluntad de los que mandan allí, tengo serias dudas, pero confío en la justicia. Quiero olvidar este tema e incluso la deuda que tienen con la productora.

¿Cómo lidia con la competencia de Los Manolos?

Nuestra competencia de verdad son los telediarios y cuando hay noticias de información general importantes nos afecta más. Con Jugones hemos conseguido un 3,8 % en octubre, un 3,9 % en noviembre y un 4 % en diciembre, cifras con las que hemos conseguido colocar al espacio en el mapa. A este ritmo, en 2040 haremos un 16 %, —vacila con sentido del humor—. Si bien es cierto que la competencia lleva nueve años y nosotros cuatro meses, la dirección está encantada con los datos y el producto que hacemos.

¿Qué le pide al 2014?

Mucha salud y que se proteja la dignidad de los trabajadores por encima de todo.

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