El Partido Socialista Brasileño (PSB) ha anunciado este miércoles que abandona la coalición que respalda al Gobierno de Dilma Rousseff de cara a los comicios de octubre de 2014. Rouseff pierde dos miembros de su Ejecutivo: el ministro de Integración Nacional, Fernando Bezerra, y el secretario especial de Puertos, José Leonidas Cristino, son miembros del PSB.

"Dejamos el Gobierno y entregamos los cargos que ocupamos para discutir libremente sobre el futuro de Brasil", ha declarado el presidente del PSB, Eduardo Campos, quien se baraja como posible candidato presidencial para las elecciones del próximo año, en las que se prevé que Rousseff aspirará a la reelección.

"No vamos a entregar los cargos y pasar directamente a la oposición", aclaró Campos, quien dijo que el PSB adoptará a partir de ahora una postura "independiente" y "apoyará todo lo que crea que es correcto", aún cuando sea propuesto por el Gobierno.

"Seremos libres de debatir el futuro de Brasil e incluso debatir la posibilidad de tener o no una candidatura propia en 2014, que es un deseo de nuestra militancia", afirmó Campos, quien es gobernador del estado nororiental de Pernambuco.

El ministro de Integración Nacional, Fernando Bezerra, que participó en la reunión de la dirección nacional del PSB en la que se decidió abandonar el Gobierno, dijo antes de ese encuentro que acataría las decisiones del partido, con lo cual dio a entender que renunciaría a su cargo. El secretario Especial de Puertos, José Leonidas Cristino, no se pronunció sobre el asunto y tampoco participó en la reunión, pues se encuentra en Panamá en visita oficial.

Además de dos ministros, el PSB tiene 27 de los 513 diputados y cuatro de los 81 senadores, con lo cual esa decisión supondrá una baja importante en las filas de la base parlamentaria del Gobierno.

El jefe del grupo del PSB en la Cámara de Diputados, Beto Albuquerque, subrayó que los legisladores de ese partido acatarán la postura "independiente" aprobada este miércoles, pero indicó que hay un claro "divorcio" entre esa formación y el Gobierno: "Y divorcio siempre es divorcio, sea amistoso o no", apuntó.

Además de tener esa fuerza parlamentaria, el PSB gobierna en los estados de Amapá, Ceará, Espíritu Santo, Paraiba y Pernambuco, en los que cuenta con el apoya del Partido de los Trabajadores, al que pertenece Rousseff. Sin embargo, Albuquerque declaró a periodistas que, así como el PSB entregará los cargos que ocupa en el Gobierno, el partido del Gobierno "debería" hacer lo propio en esas cinco administraciones regionales.

Aún no se ha informado oficialmente de la decisión a Rousseff, con quien Campos anunció que espera reunirse este miércoles o mañana para comunicarle la "irreversible" salida del PSB del Gobierno.