El jefe del Consejo Nacional Sirio, la formación que agrupa a los grupos de oposición a Bachar al Asad, contempla la formación en las próximas semanas de un gobierno alternativo y de transición que podría incluir a algunos integrantes del Ejecutivo de Al Asad, al que tiene previsto reemplazar.

Abdelbasset Sida, máximo responsable del CNS, aprovechó para rechazar la propuesta formulada por el general Manaf Tlas, el militar desertado más importante de los numerosos oficiales que han abandonado las filas del régimen, para erigirse como guía de un proceso de transición.

"Este gobierno debería estar formado antes de la caída de Al Asad, para presentarse como una alternativa de cara a la siguiente fase", declaró en una entrevista a Sky News Arabia este domingo.

El jefe del CNS cree que los diversos comités que componen la organización "han fijado su propio calendario" y "la cuestión debería quedar concluida en semanas".

Los integrantes del actual Ejecutivo que podrían permanecer en el poder "no tendrán las manos manchadas de sangre ni estarán implicados en los grandes casos de corrupción".

El general Tlas abandonó Damasco a principios de julio para establecerse en Francia, y esta semana reiteró su compromiso de unir a la fragmentada oposición, tanto dentro como fuera de Siria, para alcanzar un acuerdo sobre una 'hoja de ruta' que permita una transición política.

Sida agradeció su voluntad pero le ha pedido que no se involucre en la fase inicial de la creación de un gobierno de transición en favor de la verdadera oposición armada a Al Asad, el llamado Ejército Libre Sirio, que debería ser la primera formación con la que habría que hablar para negociar un nuevo Ejecutivo.

"El diálogo y la coordinación tiene que darse primero con el ELS y los diferentes miembros de los movimientos de oposición sirios. Después, si los desertores tienen que jugar algún papel en esto, que así sea, pero bajo la condición de que exista un acuerdo con el pueblo sirio".

Sida, de cualquier modo, rechazó el liderazgo de Tlas para un posible gobierno de transición. El elegido deberá ser "una persona que se haya comprometido con la revolución desde el primer momento", señaló.

Por otro lado, el Consejo Nacional Sirio pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que proteja a los civiles sirios en Alepo y otras ciudades del país que son asediadas por el régimen de Damasco.

"Pedimos al Consejo de Seguridad de la ONU que celebre una sesión urgente y adopte medidas que protejan a los civiles y establezcan zonas seguras y de exclusión aérea", subraya el CNS en un comunicado.

La formación opositora culpa al régimen de Bachar al Asad de haber interrumpido el suministro de combustible, harina, electricidad y medicamentos en esas zonas.

En Alepo, una población de unos seis millones de habitantes, el cierre de hospitales y panaderías ha empeorado la situación en la zona, agravada por los ataques del Ejército sirio, apunta el CNS.

Ante la "tragedia" que vive Alepo, la oposición en el exilio pide a la comunidad internacional el inicio de una campaña de ayuda a los civiles afectados y un fondo de 500 millones de dólares de asistencia humanitaria.

Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, apuntó este domingo en declaraciones a la prensa en El Cairo que respalda la propuesta del CNS de solicitar al Consejo de Seguridad una reunión extraordinaria.

Tras considerar que lo que sucede en Siria, especialmente en Alepo, son "crímenes de guerra", Al Arabi detalló que la organización panárabe está intentando que la Asamblea General de la ONU emita una resolución "de peso jurídico, moral y político sobre la situación que sufre Siria".

Además, el secretario general aseguró que continúan los contactos con el jefe del Grupo de Contacto Árabe sobre Siria y ministro de Asuntos Exteriores catarí, jeque Hamad bin Yasem al Zani, para fijar la fecha de una visita de una delegación árabe a Rusia y China.

El sánado por la noche, desde Emiratos Árabes Unidos, el presidente del Consejo Nacional Sirio, Abdelbasit Seida, advirtió de una "masacre terrible" si la comunidad internacional no actúa y abogó por que el próximo paso en el plano diplomático salga del Consejo de Seguridad, hasta ahora incapaz de emitir una resolución contra el régimen por los vetos de Moscú y Pekín.