La Asociación de los sin papeles de Terrassa y de la Asociación Nómadas del Siglo XXI aseguran que la muerte de Ibrahima Diop, un mantero, el pasado 13 de julio se produjo tras una persecución de la Policía Local de Castelldefels por practicar la venta ambulante.

Según las entidades de inmigrantes, Diop, senegalés de 32 años, falleció al tratar de cruzar las vías del tren junto a otros vendedores ambulantes, en la zona de la playa de Castelldefels, tras ser interpelado por la Policía Local. Según informó la Oficina de Derechos Sociales, el cuerpo de Diop fue repatriado a Senegal.

El portavoz de la Oficina, Xavi Martínez, relata que la vía del tren era "la única salida" que tenía el grupo de vendedores, todos ellos inmigrantes sin la documentación en regla. Martínez exige el acceso público al expediente judicial del caso para conocer cómo y por qué se produjo el "lamentable accidente", y asegura que los testigos del suceso "no se atreven a declarar" porque no tienen documentación española y "temen represalias".

"El top manta es un delito castigado con hasta dos años de cárcel. Por eso los vendedores tienen que salir corriendo de cualquier manera y suceden accidentes como éste", concluye Martínez, quien reclama la despenalización de la venta ambulante de música.

El Ayuntamiento de Castelldefels ha desmentido que la Policía Local tenga relación con la muerte de Diop. Según fuentes municipales, el atropello no tuvo lugar en Castelldefels. El día del accidente, la Policía Local no realizó ninguna operación en la playa contra la venta de productos falsificados. Las únicas operaciones en julio tuvieron lugar los días 2 y 15, según el consistorio.

En estas operaciones, asegura el Ayuntamiento, no se practican persecuciones a los vendedores ambulantes, sino que "se les identifica in situ y se requisa el material ilegal a la venta".