Siete centros, varios de ellos con las tasas más altas de fracaso escolar  de la ciudad, se han acogido este curso al programa de refuerzo, orientación y apoyo (PROA) del Ministerio de Aragón y la DGA y ofrecen clases de repaso gratuitas para los estudiantes que las necesitan.

Las clases, coordinadas por docentes, se hacen por las tardes y en grupos reducidos. El objetivo es que los estudiantes puedan aclarar dudas, hacer los deberes y asimilar mejor los contenidos que les han explicado en clase por la mañana.

«No son clases al estilo tradicional. Queremos que mejoren y aprendan a estudiar solos de manera eficaz», señala Martín Nebra, director del IES El Portillo, que este año ha inaugurado el servicio, en el que participan alrededor de 70 alumnos de primero a tercero de ESO.

El Pablo Gargallo es otro de los institutos que participan en el programa PROA. Éste es el segundo año que ofrece clases de refuerzo, para aproximadamente 40 estudiantes de los dos primeros cursos de secundaria, divididos en cuatro grupos.

En este caso, los profesores hacen uso de las nuevas tecnologías, como Tablets PC, para motivar más a los alumnos, y las áreas que más se trabajan son la lectura comprensiva y las matemáticas. Con los inmigrantes, además, se sigue un programa de aprendizaje básico.

Proyecto piloto en Oliver

El instituto María Moliner, en Oliver, inauguró en febrero sus clases de refuerzo, en colaboración con la ONG Save the Children. A diferencia de otros centros, donde los profesores deciden qué alumnos necesitan apoyo, las clases se abren a todos los que quieran ir. El programa ofrece también asesoría social y refuerzo del idioma para alumnos extranjeros.

En sólo tres meses han logrado formar un grupo estable de diez alumnos, todos inmigrantes y gitanos, que ya han mejorado sus notas. «Se nota mucho la evolución, muchos conseguirán aprobar», explica Susana, la responsable del proyecto.

El 40% suspende alguna asignatura

Los dos primeros cursos de secundaria son los que acumulan más fracaso escolar y alrededor de cuatro de cada diez alumnos tienen que hacer todos los años alguna recuperación en junio (en septiembre no hay exámenes).  La asignatura de Lengua, sobre todo por la falta del hábito de leer de los jóvenes, y las matemáticas son las asignaturas que más suspensos acumulan en los institutos zaragozanos.