No cabrá en sí de gozo Bjarne Riis, el patrón del Saxo Bank. Su equipo recuperó el liderato del Tour (Fabian Cancellara) y apuntaló las opciones para la general de su líder (Andy Schleck) en una tercera etapa ganada por el noruego Thor Hushovd y condicionada en su desarrollo por una caída en el cuarto tramo de empedrado, Sar-et-Rosières, que no fue tomada como producto de la peligrosidad del trazado. Una caída que mandó para casa, con fractura de clavícula, a Frank, el mayor de los Schleck.

Este martes, esa caída sí fue un lance de la carrera y el Saxo Bank, el equipo a cuyos líderes (Andy y su hermano Frank) amnistió el pelotón cuando, doloridos, ensangrentados, perdían cuatro minutos camino de Spa, se aprovechó. Donde no las dan, sí las toman.

Sólo Cadel Evans no tiene nada que reprocharse. El campeón del mundo logró integrarse en el sexteto que, liderado por el menor de los Schleck y Cancellara, se plantó en Porte du Hainaut. El resto, perdió tiempo con un Andy que se reenganchó del todo tras un prólogo poco brillante en Rotterdam.

Primer ladrillo

Alberto Contador, el defensor del título, se mostró "contento, dentro de lo que cabe", por el desarrollo de una etapa que le infundía respeto. Cortado tras la caída, el de Pinto abandonó el decisivo cuarto tramo de pavés retrasado con respecto a Cancellara y Andy Schleck, en un primer grupo a más de un minuto, y también con el propio Lance Armstrong, en un segundo a algo más de medio.

Arropado por Vinokourov, Contador contactó con el grupo de Lance en el eterno tramo de Wandignies-Hamage (el más largo: 3,7 km) y redujo la desventaja con la cabeza hasta los 50 segundos.

Un pinchazo retrasó al estadounidense en ese tramo y le obligó a descolgarse con la única compañía del ucraniano Popovych. El RadioShack, menos bloque que nunca, fue una de las grandes decepciones.

Armstrong bastante tenía con dar la cara. Llegó a más de dos minutos, en el mismo grupo que Samuel Sánchez y casi veinte segundos por delante del italiano Ivan Basso, el neerlandés Robert Gesink, Carlos Sastre y sus compañeros Andreas Klöden y Levi Leipheimer.

Después de contener las pérdidas con cabeza rodando junto a Vinokourov, el ruso Denis Menchov y el británico Bradley Wigginis, un problema mecánico con el freno trasero que le venía dando guerra en los últimos 30 kilómetros, retrasó a Contador con la meta a la vista. El kazajo, con su líder quedándose, siguió tirando y le regaló a Andy Schleck 20 segundos con respecto a Alberto.