Tan superiores se mostraron que ni siquiera necesitaron este prodigio de jugada, pero el caso es que Sergio Rodríguez y Rudy Fernández, artífices de la victoria de los Blazers ante Phoenix (129-109), protagonizaron uno de los instantes más bellos de la última jornada de la NBA.

En concreto, hay que situarse en la recta final del tercer cuarto, en los últimos seis segundos.

El base canario progresó con el balón, y habilitó al hueco al mallorquín, quien a aro pasado encestó magistralmente. A continuación, y tras la fugaz posesión de Los Suns, Rudy volvió a recuperar el balón y, sobre la bocina, firmó un soberbio triple, para fijar un provisional 100-79 y sentenciar el partido.

Los espectadores, rendidos a la exhibición y puestos en pie, corearon el nombre del ex del Joventut.