Otra final de Euroliga para el Real Madrid, la tercera consecutiva. Ante su público, los blancos no fallaron y superaron al Fenerbahçe gracias a un mágico segundo cuarto en el que superaron a su rival por 21 puntos. Olympiacos será su rival, su verdugo hace dos temporadas. El gran Spanoulis es el último obstáculo antes de lograr la ansiada Novena.

El inicio de partido fue distinto al que se acababa de disputar entre Olympiacos y CSKA. Ritmo alto, alternancia de canastas y juego alegre en los dos equipos, con los ataques imponiéndose a las defensas. Las primeras ventajas fueron para los turcos, con Vesely haciendo mucho daño debajo del aro, pero pronto respondió Rudy con cinco puntos consecutivos que dieron la vuelta al marcador, aunque la igualdad persistió en el marcador y una canasta de Preldzic sobre la bocina dio ventaja a los turcos (20-21).

El segundo cuarto empezó con un gran Nocioni, cuya garra levantó el ánimo de su equipo y del público. Y es que el Madrid jugó en casa, pero solo sobre el papel, hubo mayoría de aficionados turcos y además fueron mucho más ruidosos. Ayón se hizo fuerte debajo de los tableros, y martilleó constantemente la canasta otomana (impresionantes 16 puntos al descanso) y el parcial de 13-2 empezó a romper el partido. Los blancos se gustaron, movieron el balón de manera deliciosa y siempre se encontró a un hombre solo para lanzar. El que mejor lo aprovechó fue Rivers, autor de 12 puntos con cuatro triples casi seguidos que desesperaron a Obradovic y desmoralizaron al Fenerbahçe.

Al gran acierto anotador hubo se sumó una intensa defensa que ahogó a los turcos, la ventaja fue en aumento durante todo el cuarto para acabar con un contundente 55-35 que dejaba el partido casi sentenciado.

Tres triples de salida dejaron el choque con una ventaja de 27 puntos, pero los errores llegaron al Real Madrid, quizás relajado por la amplísima renta, y Fenerbahçe recortó diferencias gracias al desacierto anotador de los blancos hasta ponerse a 14 puntos (71-57).

Sergio Rodríguez, magistral en la dirección, asumió en ese momento la responsabilidad y un triple suyo y una asistencia a Ayón dieron tranquilidad.

Con el partido casi resuelto, los nervios llegaron al Fenerbahçe, especialmente a un Vesely excesivamente fogoso en sus acciones, lo que provocó más de un encontronazo entre ambos equipos y dos antideportivas para los turcos. El Madrid se desconectó y los turcos llegaron a ponerse a 12, pero un cinco puntos seguidos de Llull disiparron todas las dudas y los minutos finales fueron tranquilos para los de Pablo Laso. Su tercera final consecutiva espera.

96 - Real Madrid (20+35+21+20): Llull (12), Carroll (7), Rudy Fernández (12), Ayón (18) y Reyes (- ) cinco inicial, Rivers (17), Nocioni(12), Maciulis (2), Rodríguez (13), Slaughter (2) y Bourousis (1).

87 - Fenerbahce Ulker Estambul (21+14+24+28): Goudelock (26) Bogdanovic (12), Zoric (6), Vesely (20) y  Sipahi () -quinteto inicial, Zisis (2), Bjelica (11), Erden (-), Savas (2), Preldzic (2) y Mahmutoglu (6).

Árbitros: Christodoulou (GRE), PUKL (SLO) y Lottermoser (ALE). Eliminaron por faltas a Marcus Slaughter, Felipe Reyes y Nemanja Bjelica.

Incidencias: Segunda semifinal de la Euroliga disputada en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid (Barclays Card) ante unos 13.000 espectadores.