Descartada la Liga, el Real Madrid lo fía todo a la Champions y a la Copa del Rey.

Los 16 puntos de desventaja con el Barça y la irregularidad de los merengues han puesto imposible la competición doméstica al tiempo que se la han puesto en bandeja a los culés, que campan cómodamente por los campos españoles gracias a esa renta lograda en la primera parte de la Liga.

Llega el mes clave en las competiciones que les quedan a los blancos. Por un lado, la Copa. Por otro, la Liga de Campeones.

En cuanto al torneo copero, la semifinal contra el Barça está por decidir tras el empate a uno del partido de ida en el Bernabéu. El 26 de febrero, el Camp Nou dictará sentencia para los blancos, que echarán el resto para no decir adiós a otra competición en favor del mismo rival, el Barça.

También en apenas un mes, los aficionados del Madrid sabrán si su equipo sigue adelante en la Champions. El sorteo de octavos deparó un cruce ante el Manchester United. El partido de ida, en el Bernabéu, se jugará el 13 de febrero. Antes, el sábado, el Madrid juega contra el Sevilla. Para ese partido, Mourinho medita dar descanso a algunos titulares. Además, preocupan especialmente los tocados: Pepe, Varane y Xabi Alonso. Ninguno de ellos estará esta semana con su selección. La vuelta, en Old Trafford, se jugará el 5 de marzo,

¿Seguirá vivo el sueño de la 'décima'? La estadística en Champions es favorable a Mourinho. Desde que el portugués llegó a la capital de España, el Madrid ha jugado dos semifinales de Champions seguidas: en la 2010-11 ante el Barça y en la 2011-12 frente al Bayern.

Por si esto fuera poco, entre medias Mourinho deberá prestar atención a un partido de Liga al que no podrá dar la espalada. El 2 de marzo se jugará el segundo clásico liguero (tercero consecutivo). Un partido de especial importancia para los hinchas blancos, haya o no Liga.