Ona Carbonell: "La sincronizada es muy dura y a veces pensamos que no saldremos del agua"

  • "Se está recogiendo el fruto de muchos años. Se nos está dando cada vez más repercusión, apoyo moral y mediático. Y eso se ve en los resultados".
  • "Lo ideal sería que España tuviera una competición interna para competir entre nosotras y fomentar así el máximo nivel, como ocurre en Rusia".
Ona Carbonell, en acción durante la modalidad de solo libre de natación sincronizada de los Mundiales de Natación de Barcelona 2013.
Ona Carbonell, en acción durante la modalidad de solo libre de natación sincronizada de los Mundiales de Natación de Barcelona 2013.
P. B. KRAEMER / EFE
Ona Carbonell, en acción durante la modalidad de solo libre de natación sincronizada de los Mundiales de Natación de Barcelona 2013.

La nadadora y capitana del equipo español de natación sincronizada, Ona Carbonell, reconoció este lunes que lo "ideal" para su deporte sería que hubiera una competición interna en España donde pudieran competir entre ellas para fomentar así "el máximo nivel" como ocurre en Rusia. "Las potencias mundiales en sincronizadas tienen muchísimas licencias, muchas más que nosotros, y compiten entre ellas. Lo ideal sería que España tuviera una competición interna para competir entre nosotras y fomentar así el máximo nivel, como ocurre en Rusia", explicó durante su participación en los Desayunos Deportivos de Europa Press.

La catalana reconoció que pertenece a una generación "con suerte", aunque hay algo más que eso: "Se está recogiendo el fruto de muchos años. Se nos está dando cada vez más repercusión, apoyo moral y mediático. Y eso se ve reflejado en los resultados". "Me siento mejor dentro del agua que fuera. Los últimos años han sido muy exigentes, entre ocho y diez horas al día en el agua, pero, para mí, el agua es tan bonita que no se hace tan duro. Siempre hay momentos de bajón, pero nos ayudamos entre todas".

Para ella, lo más duro de su deporte es la "apnea", es decir, el hecho de tener que aguantar la respiración dentro del agua. "Las pulsaciones bajan y luego suben rapidísimo. Se acumula el ácido láctico y las piernas empiezan a no tirar, a fallar la cabeza...", relató. "Antes de tirarnos al agua, a veces pensamos que ni saldremos porque son tres minutos muy exigentes", advirtió.

Por otro lado, dejó claro que "el paso de estar en el medallero o no es intentar disfrutar de la rutina" y se mostró feliz por su actuación en los Mundiales de Barcelona. "Gané siete medallas, pero disfruté de cada una de ellas. Es sacrificado y es muy duro", confesó.

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