El paso de los años va inevitablemente haciendo mella en en los estadios de fútbol y hasta para los más míticos coliseos llega el momento de una reforma radical... o de la demolición y la construcción de un nuevo lugar de culto.

El último ejemplo será el Santiago Bernabéu, que será remodelado y sufrirá un cambio radical tanto de la zona interior como de la exterior y del entorno urbano y cuyo coste será de alrededor de 400 millones.

Muchos cambios se presentan en este aspecto en el fútbol español, pues también el Camp Nou afrontará una gran remodelación, el Atlético se trasladará a la Peineta y habrá que ver qué pasa con el Nuevo Mestalla, proyecto a medio hacer. El Nuevo San Mamés está activo desde hace dos años, y el objetivo es que los estadios españoles estén a la altura de los mejores del mundo.

Allianz Arena: Se construyó con vistas al Mundial de Alemania de 2006 y se ha convertido en seña de identidad de la ciudad de Munich hasta el punto de que pasar a visitarlo es parte de la ruta turística de todo visitante de esta ciudad germana. Es blanco, rojo o azul por fuera según quién juegue (selección alemana, Bayern o Múnich 1860) y costó 341 millones de euros, siendo construido por los arquitectos suizos Herzog y De Meuron. Un referéndum entre los habitantes de Múnich fue la forma de decidir que se construyera este estadio, el Fussball Arena Munchen, en vez de remodelar el antiguo Olympiastadion.

Nuevo estadio de Wembley: Construida por el arquitecto Norman Foster, costó la friolera de casi 1.100 millones de euros. El reto de sustituir al mítico antiguo estadio de Wembley no fue tarea sencilla. Cuenta con un techo retráctil que cubre gran parte del estadio y cuenta con un arco que, de noche, se ilumina creando unas vistas impresionantes. Eso sí, estaba previsto que se inaugurara en 2003, y no logró finalizarse hasta 2007. En él juegan la selección de Inglaterra, se juegan las finales de las copas inglesas y fue escenario de la inauguración de los Juegos de Londres en 2012.

Juventus Stadium. El mítico Delle Alpi dejó paso a un estadio no demasiado grande (tiene una capacidad de ‘solo’ 41.000 aficionados), pero muy moderno y que convirtió a la Juventus en el primer club italiano con un estadio en propiedad. En la estructura del estadio hay además un gran centro comercial de nada menos que 34.000 metros cuadrados y un parking con 41.000 plazas. Su coste fue relativamente económico (141 millones de euros), por lo que será fácil de amortizar para el conjunto transalpino.

Zenit Arena. La construcción de este estadio que pretende ser nuevo y futurista está sufriendo problemas que están retrasando su finalización, prevista para este mes de diciembre debido a que debe albergar la Copa Confederaciones de 2017 y después será sede del Mundial de Rusia de 2018. Diseñado por el arquitecto japonés Kise Kurokawa, que falleció en 2007, podría llevar el nombre de su patrocinador, el consorcio Gazprom, y su coste elevadísimo podría irse a casi 1.000 millones de euros. Tendrá una capacidad de 66.000 espectadores y contara con una cubierta retráctil.

Maracaná. Otro estadio cargado de historia que responde a la máxima de renovarse o morir. Ha sufrido dos grandes reformas recientemente, siendo la primera de ellas en 2007 para que todas las localidades fueran con asiento. La segunda fue de cara al Mundial de 2014 que se celebró en Brasil, en la que sufrió una reconstrucción radical que solo no afectó a la fachada, protegida como patrimonio nacional. Fue, durante años, el estadio más grande del mundo, aunque ya ha perdido esa condición.

Nuevo San Mamés. La Catedral del fútbol fue demolida para la construcción del Nuevo San Mamés, reconocido y premiado como uno de los mejores del mundo. El coste total de la construcción fue de 186,5 millones de euros y cuenta con un nuevo césped con una parte sintética y está cubierto parcialmente para la zona de los aficionados. Una nueva Catedral moderna, con todas las comodidades, la máxima categoría (4) de la UEFA y con el encanto de la anterior.

La Peineta. Fue inicialmente construido para los Juegos Olímpicos a los que optó Madrid en 2012 y después en 2016. Ahora, y tras años de negociaciones, parece que por fin será sede del Atlético de Madrid para la próxima temporada 2017/18. Contará con uno de los sistemas de iluminación artificial más avanzados del mundo tras el acuerdo de patrocinio al que ha llegado con Philips, que se encargará de desarrollar esa instalación, el primer estadio en contar íntegramente con tecnología LED en todo su sistema de iluminación. Estará cubierto casi en su totalidad para los aficionados y no tendrá pista de atletismo.

Camp Nou. El estudio japonés Nikken Sekkei fue el escogido por el Barça para llevar a cabo la reforma del Camp Nou, que está presupuestada en algo menos de 400 millones de euros. Las condiciones de la obra son un estadio remodelado para 105.000 aficionados, todos sentados y bajo cubierto (6.000 más de la capacidad del actual Camp Nou), y con una entrega del campo remodelado para febrero del 2021, siendo el mayo del año que viene el inicio de las obras. El estadio que surja de esta obra tendrá un nombre comercial que irá asociado como apellido a la denominación Camp Nou, y se espera que la empresa que se haga con estos derechos aporte 200 millones de euros, lo que representará un tercio de los 600 millones en que está presupuestado el Espai Barça, que reúne la construcción de una nuevo Palau Blaugrana, el nuevo campo de fútbol y la urbanización de la zona, entre otras obras.

Santiago Bernabéu. El nuevo estadio Santiago Bernabéu tendrá una cubierta retráctil a partir de una piel diseñada a base de bandas de acero y líneas vanguardistas y supondrá para los madrileños contar con un nuevo espacio ajardinado de uso público de 6.000 metros en la plaza de los Sagrados Corazones, algo que será posible con la demolición de la Esquina del Bernabéu. Florentino Pérez no descartó que en el terreno que posee el Real Madrid en la zona del estadio pueda haber un hotel, tendrá un apellido comercial y su coste será de 400 millones de euros.

Nuevo Mestalla. La del nuevo estadio del Valencia es la obra que nunca acaba. Hace más de nueve años que comenzó la construcción de un proyecto tan ambicioso como poco real, y pese a que con la compra del club por parte de Peter Lim se prometió retomar el proyecto y finalizarlo, lo cierto es que hoy en día es una incógnita cuando se finalizará la obra… si es que se finaliza. Desde 2009 no se hace nada en el nuevo estadio y no es descartable que el proyecto inicial se modifique. El problema, lógicamente, es el dinero, aunque algo hay que hacer con una construcción a medias que estropea y mucho la ciudad.