La cuestionada transferencia del delantero Neymar al Barcelona, que originó un sonado proceso en España, también está en la mira del Fisco brasileño, que abrió una investigación para verificar posible evasión fiscal, informó la revista Época, cuya última edición comenzó a circular este viernes.

La publicación recoge que la Comisaría del Fisco Federal en la ciudad de Santos inició el pasado 7 de abril una investigación para determinar la identificación y el inventario de parte del patrimonio de los investigados de cara a que pueda ser usado para el pago de una posible deuda tributaria.

El Fisco, además, informó de sus gestiones a la Fiscalía por considerar que el contribuyente investigado pudo haber incurrido en infracciones penales que merecen ser investigadas. Según Época, en las próximas semanas la Fiscalía puede presentar una denuncia criminal contra el padre de Neymar y todas las empresas involucradas en la transferencia del jugador del Santos brasileño al Barcelona español.

La investigación tiene como origen las revelaciones procedentes de España en el sentido de que el Barcelona, pese a haber informado oficialmente de que la transferencia tuvo un costo de 57 millones de euros, pagó en realidad 86,2 millones de euros en un supuesto procedimiento para evadir impuestos.

Las autoridades brasileñas, además, investigan la posible participación como socios en dos empresas del expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) Ricardo Teixeira y el expresidente del Barcelona Sandro Rosell.

Los dirigentes al parecer eran socios secretos en las empresas cuando Teixeira se desempeñaba como presidente de la CBF y Rosell como presidente de la multinacional de productos deportivos Nike, empresa con derechos sobre el uniforme de la selección brasileña, por lo que cualquier vínculo implicaría en un conflicto de intereses, según el semanario.

El caso fue abierto a partir de una carta incautada por la Policía Federal brasileña en 2011 en otra investigación contra Rosell y en la que un supuesto socio de ambos dirigentes se queja de haber sufrido perjuicios en una de las empresas, asegura la revista. El remitente de la carta, a la que Época tuvo acceso, se queja de las pérdidas que sufrió por haber aceptado adquirir por cerca de 25 millones de reales (unos 8,3 millones de dólares) una parte de una corredora llamada Alpes, en la que Teixeira y Rosell tenían de forma secreta una participación del 32 %.