No hay maldición eterna, ni Gerland que dure cien años en pie. Menos incluso si Cristiano Ronaldo viste de color rival. El Real Madrid liquidó la losa de no haber ganado en su historia en el estadio del Olympique de Lyon, tras tres derrotas y un empate, con un triunfo al cuarto día de la presente Liga de Campeones capitaneado por Cristiano Ronaldo, que sentencia la eliminatoria y deja a los blancos encaramados a lo alto del grupo D.

Mourinho volvió a apostar por Ramos como pareja de Pepe, mandó a Lass y a Coentrao a los laterales por las ausencias de Arbeloa y Marcelo, y dejó a Benzemá en punta, en su antigua morada, con Cristiano, Özil y Di María como socios de ataque.

La salida fue sobresaliente. Los blancos mantuvieron la intensidad de los últimos tres partidos y pidió el balón al inicio. Combinaciones rápidas, diagonales agresivas desde las bandas y cinco ocasiones casi de corrido sobre un memorable Lloris. Benzemá marcaba el camino y Cristiano y Özil decoraban el juego con pases y detalles deliciosos, pero el acierto daba la espalda al galo y al luso. Por cierto, Lass estuvo brutal en la carril derecho.

Hubo que esperar al minuto 23, a otro detalle de calidad de Özil —taconazo sobre Benzemá en la frontal y falta sobre el francés—, para que Cristiano Ronaldo abriera el marcador con un disparo potente y seco a balón parado, por el palo de Lloris.

El tanto desperdigó más al Lyon, tras un planteamiento perdedor inicial, y los blancos pudieron sentenciar con cuatro rápidas contras de Benzemá, Özil, Di María y el propio Cristiano, una para cada uno, pero que ninguna significó el tanto de la tranquilidad.

Ahí enseñó los dientes el Lyon, tras el primer perdón múltiple y tras la salida de Lovre por lesión —entró Koné—, obligando a Casillas y a Sergio Ramos a emplearse a fondo para desbaratar dos ocasiones consecutivas al filo del descanso.

El equipo de Garde mantuvo la inercia y las armas en alto en la reanudación, tras dos nuevos 'gatillazos' de Khedira y Benzemá, y casi sin avisar, reclamó dos penaltis sobre Ederson y Gomis. Incluso pudo hacer el empate Koné, pero su disparo tibio sobre la portería de Casillas no pasó de las manos del capitán.

Ya no había control madridista, ni surtido elitista de Özil, desfigurado como viene siendo normal con el paso de los minutos. Sólo Cristiano mantenía el tipo junto a Casillas, que apagó el amago de remontada ante dos nuevos disparos de Ederson.

Entre tanta inquietud, Mourinho concedió a Albiol la reaparción con máscara, tras su factura de pómulo (por Coentrao), y en la siguiente jugada, Cristiano sacó petróleo de otra ocasión que se le iba al limbo, después de un largo control, y cuya posición parecía ser ilegal por fuera de juego. Dabo hizo por tumbarle y el portugués acabó con la presión. Barrera de los 100 goles, pulverizada en 105 partidos.

Ya no hubo nada más que perdonar. El Lyon siguió buscando el gol que sí mereció (disparó 8 veces a puerta, por once del Madrid), mientras los blancos daban síntomas de flaqueza en defensa. Se acabó el tiempo, hasta siempre mal fario.

0 - Olympique Lyon: Lloris; Dabo, Cris, Lovren (Koné, min. 37), Réveillère; Kallstrom, Gonalons; Ederson (Belfodil, min. 83), Gourcuff, Briand; y Gomis (Lacazette, min. 74).

2 - Real Madrid: Casillas; Lass Diarra, Pepe, Ramos, Coentrao (Albiol, min. 62); Khedira, Alonso; Di María (Callejón, min. 83), Özil, Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higuaín, min. 70).

Goles: 0-1, min. 23: Ronaldo; 0-2, min.67: Ronaldo, de penalti.

Árbitro: Nicola Rizzoli (ITA). Mostró cartulina amarilla a Cris (min. 7), Khedira (min. 50), Kallstrom (min. 56), L. Diarra (min. 58), Albiol (min. 74) e Higuaín (min. 76).

Incidencias: Asistieron unas 39.000 personas al partido correspondiente a la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones disputado en el estadio de Gerland.