"A partir del lunes (en el caso de que la junta supere la moción de censura), tendremos que mejorar la relación con algunos colectivos que configuran el entorno del barcelonismo, sin perjudicar el día a día del club", añadió el presidente del Barcelona.

Laporta espera una victoria el domingo pero con un margen de confianza que le permita gobernar "con estabilidad", después de recordar que en los últimos años de mandato sus compañeros de junta han recibido todo tipo de embestidas por parte del entorno.

"Tengo la conciencia tranquila y las manos limpias. Una de las virtudes en nuestros años de mandato ha sido la honestidad y de esto estamos muy orgullosos. El club está bien gobernado. Hay una solidez económica sin precedentes. Es demagógico decir que hay desgobierno", concluyó.

Laporta también acusó a su ex vicepresidente, Sandro Rosell, de estar detrás del voto de censura contra su equipo directivo. "Celebro que haya personas (en alusión a Rosell, sin nombrarlo en toda su comparecencia) que, siendo un secreto a voces que estaban vinculados a una oposición y que no acababan de aparecer, se hayan manifestado", subrayó.