El entrenador del Sporting, Javier Clemente, ha asegurado que él "nunca silbaría a un jugador por hacerlo mal pero que se está partiendo el alma" y ha vuelto a mostrar su disconformidad con algunos aficionados que piden a la plantilla que "le eche más huevos".

El técnico vasco ha reconocido que la grada "está en su derecho de silbar a los jugadores o al entrenador" pero esa es una circunstancia que a él no le va a "condicionar", manifestaciones que realizó cuando se le recordó que los aficionados habían protestado airadamente dos de los cambios realizados en el anterior encuentro en casa ante el Levante.

Clemente ha rechazado que su alienación en el partido ante el Real Madrid haya sido defensiva y aseguró que siempre sale a ganar e incluso indicó que "si el árbitro hubiera expulsado a Pepe y a Sergio Ramos como debió hacer, a lo mejor ahora se estaría hablando de otro resultado en el Bernabéu" si bien también reconoció que la expulsión de Canella también pudo haber sido antes de lo que fue.

Según el entrenador del Sporting, "hay arbitrajes en los que se nota que somos un equipo de la cola" e incluso fue más allá afirmando que desde que llegó al equipo gijonés solo tuvo "un par de buenos arbitrajes".

Para Clemente, lo más destacado del Sporting desde que se hizo cargo de a mismo es "el entusiasmo que le ponen los jugadores" pero reiteró su opinión de que la plantilla que tiene a su cargo no es la que el hubiera hecho y destacó especialmente la polivalencia de un futbolista como Lora que "ofrece un alto rendimiento en la posición que le pongas".